Terminada la entrega del mensaje de la Palabra del Señor Jesús que cada domingo presentamos como pastor principal de la Iglesia de Dios Centro de Adoración Naco (IDCAN), salimos raudos hacia la provincia San Juan, donde tendríamos el discurso central en la marcha concentración de esa naturaleza más multitudinaria de las últimas dos décadas. Al llegar al Arco del Triunfo de San Juan de la Maguana, ya nos esperaba una gran multitud encabezada por pastores evangélicos y sanjuaneros de todos los sectores sociales, políticos, religiosos, etc., que unidos marcharon por las calles del municipio cabecera del granero del Sur hasta llegar al parque Sánchez, donde se realizó la impresionante concentración de dominicanos que al unísono gritaban “Agua sí, oro no”.
Derrotada ya la intención de la minera Gold Quest y del gobierno dominicano de pretender destruir las lomas desde donde salen las aguas del río San Juan que abastece de agua a la presa de Sabaneta, y que es uno de los principales afluentes del río Yaque del Sur, sobre el cual se construiría la presa de Monte Grande, se nota la acelerada adhesión a la lucha, de personas y sectores que hasta el momento habían hecho silencio y en otros casos hasta apoyaban la explotación minera.
La unidad del pueblo de San Juan ha derrotado a los sectores poderosos que se han colocado detrás de un proyecto minero, que cortado al día de hoy cuenta con pleno rechazo social por lo perjudicial que resulta para la sostenibilidad medioambiental.
El ejemplo que ha dado San Juan con esta lucha contra las mineras debe servir de referente para que las demás provincias del país, no se conformen con las disposiciones que desde escritorios fríos pretendan imponerles. Tal es el caso de la provincia Sánchez Ramírez, que a pesar de tener la mina en Pueblo Viejo y el lago de agua dulce más grande del caribe, a decir, la presa de Hatillo, no cuenta con un acueducto múltiple para sus habitantes, ni hablar de la miseria que se observa en las demás zonas mineras de la nación.