San Sebastián sorprendió con la Concha de Oro a la islandesa “Sparrows»

San Sebastián sorprendió con la Concha de Oro a la islandesa “Sparrows»

San Sebastián.  El 63 Festival de cine de San Sebastián premió hoy con la Concha de Oro a una película pequeña, hermosa y dura que apenas apareció en las quinielas, “Sparrows» (gorriones), aunque el público la aplaudió largamente en el pase oficial.

“Sparrows” es la crónica realista de una difícil etapa en la vida de un chico de 16 años, acostumbrado a vivir con su madre, que debe irse con su padre de la noche a la mañana, aunque en este caso es solo un decir, ya que el pueblo en el que viven dista poco menos de 200 kilómetros de Groenlandia y en el verano no anochece nunca.

“Soy extremadamente feliz”, ha señalado un Rúnarsson parco en palabras, en una intervención que ha comenzado con la Concha por los suelos al posar para las cámaras.

El Festival abrió la gala de clausura con un mensaje a favor de que la Unión Europea dé protección “a aquellas personas que huyen de la guerra, el terror y la persecución” que leyeron al alimón las presentadoras Aitana Sánchez Gijón y la periodista vasca Edurne Ormazabal.

Emocionados y muy guapos, vestidos de esmoquin, los flamantes ganadores ex aequo de la Concha de Plata a la mejor interpretación masculina por “Truman”, Ricardo Darín y Javier Cámara, agradecieron el premio a un público entregado, que les aplaudió a rabiar, mientras echaban de menos al director Cesc Gay.

Ganar la Concha, ha dicho Darín, “artísticamente nos eleva, nos sostiene y nos empuja pero lo mejor es que nos hemos hecho amigos; todos sabéis que ha habido que recorrer un camino áspero para hacer esta película”, que es “una cinta sin cerrar».

“Truman” se estrena en España el 30 de octubre, ha recordado Cámara; “ahora solo esperamos que tenga un recorrido en el cine y que la vea la gente porque es una película muy bella».

También estuvo poco hablador el ganador de la Concha de Plata a la mejor dirección, Joachim Lafosse, por “Los caballeros blancos”, una película que cuenta, sin sentimentalismos ni provocaciones, su visión casi periodística del escándalo de las adopciones irregulares en Chad que salpicó a la ONG francesa “Arca de Zoé” en 2007.

“Es importante tener cuidado y no dejarnos llevar por las emociones, recordemos que la ayuda se organiza colectivamente y no solo a través de iniciativas privadas”, ha indicado el belga tras recibir su premio.

El Premio Especial del Jurado fue para la cinta de ciencia ficción “Evolution”, una película “especial”, según dijo su directora Lucile Hadzihalilovic, que ya ganó el Premio Nuevos Directores en 2004 con su segundo largometraje, “Innocence”, y ha tardado más de diez años en rodar este tercero.

Otra vencedora fue la película argentina “Paulina”, de Santiago Mitre, que se llevó el premio Horizontes Latinos, el reconocimiento de la Juventud y el premio de TVE “Otra mirada».

La actriz danesa y presidenta del jurado oficial, Paprika Steen, dejó caer que el palmarés no fue respaldado por unanimidad; de hecho, dijo en una entrevista de radio, hubo acaloradas discusiones respecto a algún galardón importante que, finalmente, se acordó por consenso.

Buena muestra de ello ha sido la entrega de una Mención Especial del Jurado, que entregó la propia Steen, a la película “El apóstata”, de Federico Veiroj, que recibió algunos silbidos, aunque peor recibido fue el premio al mejor guion, que se concedió a los hermanos Jean-Marie y Arnaud Larrieu.

Un jurado que no ha tenido en cuenta algunas de las películas más vistosas que se han exhibido en el Festival, como han sido el primer anime del japonés Mamuro Hosoda, “El chico y la bestia»; la futurista y radical “High Rise”, del británico Ben Wheatley, o “Freeheld”, sobre una historia de amor entre lesbianas que sí se llevó el Sebastiane (premio a cintas de temática gay).

También ha sido notable la ausencia de premios para las cintas españolas, siete en competición oficial, algunas coproducidas con Argentina, República Dominicana, Uruguay y Francia.

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