Sanación con Ho’oponopono (final)

Sanación con Ho’oponopono (final)

El corazón es un niño: espera lo que desea. Proverbio ruso.

El Ho’oponopono es un ancestral sistema de sanación, que consiste en borrar memorias dolorosas de nuestro pasado. Con conciencia o no, nuestras memorias son proyectadas constantemente en nuestra realidad. Cada vez que experimentamos algún problema con algo o alguien, estamos activando una memoria guardada en nuestro subconsciente. Al utilizar las cuatro palabras sanadoras; lo siento, perdóname, te amo, gracias, reestablecemos la armonía y el bienestar perdidos.

Te amo (Transmutación).

Mucha gente confunde el ser feliz con evitar el dolor, y para no equivocarse termina paralizándose. En lugar de tomar la vida como una aventura, la deforma para convertirla en una amenaza. Desde esta posición, error se vive como terror. La culpa que siente busca expiación por medio del castigo. El Ho’oponopono libera las culpas, dejando el camino despejado para ir más allá de los límites del bien y el mal aprendido de la buena conciencia familiar.

La única realidad es el amor. Si el amor no puede expresarse nos separamos de nosotros mismos y enfermamos. Solo el amor reúne lo que antes estuvo separado y nos sana. El amor sana. Al decir “te amo” reconocemos que sufrimos porque estamos enfermos, y pedimos que el amor nos sane.

Tras analizar la solicitud enviada hacia arriba por la mente súper consciente, la Divina Inteligencia manda energía de transmutación hacia la mente consciente, y de allí fluye hacia la mente subconsciente para neutralizar nuestras memorias.Las energías neutralizadas son entonces liberadas, dejando un espacio vacío que es ocupado por el amor. Dios está en el pulso vital del corazón de toda la existencia. Al decir “te amo” generamos la activación de las ondas de sanación que logran la apertura del corazón.

Gracias (Bendición).

Todo el proceso de sanación puede resumirse en una palabra: Gratitud.El agradecimiento nos llega por creer que: 1-Hay una sustancia inteligente, de la cual proceden todas las cosas, 2- Esta sustancia nos provee todo lo que deseamos y 3- Nos relacionamos con ella por medio de un profundo y sincero sentimiento de gratitud. Un corazón agradecido nos acerca a la fuente de donde proviene TODO.

La gratitud que expresamos libera una enorme cantidad de fuerza que acompaña a nuestros deseos a llegar hacia dónde van dirigidos. Si nuestra gratitud es fuerte y constante, la respuesta del Universo será fuerte y constante. El movimiento hacia su cumplimiento es instantáneo. Cuando agradecemos, experimentamos sentimientos de plenitud, gozo, alegría, creatividad y amor. La mente agradecida toma la forma, recibe y se enfoca siempre en lo mejor.

La gratitud libera energía, poder y autoridad para posicionarnos en un mejor lugar del que estábamos antes de brindarla. Al decir gracias reconocemos que no podemos sanar las memorias que están en muestro inconsciente, pero la divinidad si sabe. Expresar gratitud es una evidencia de la confianza que tenemos en que todo será resuelto, para el bien mayor de todos los involucrados.

Cuando el Alma experimente dolor al recordar, es mejor consentirlo y decir

silenciosamente: «Queridas memorias, yo las amo, les agradezco la oportunidad de liberar todo de ustedes y de mí.» «Yo les amo». Esto puede ser repetido mentalmente una y otra vez, hasta completar el proceso de desechar las memorias dolorosas y restablecer nuestra identidad propia, abriendo el espacio para que nuestra realidad sea creada por la inteligencia y la inspiración Divina.

Alguno de los beneficios del Ho’oponopono son:

  • Resolver problemas de una manera simple.
  •  Soltar las vivencias que nos causan stress, enfermedad y desequilibrio.
  • Comunicarnos y proteger a nuestro niño interior (subconsciente), quien materializa las cosas en nuestra vida.
  • Sanarnos a nosotros mismos, borrando las creencias traumáticas, dolorosas o limitantes.
  • Renunciar a la repetición del malestar, dolor y sufrimiento.
  • Encontrar nuestra identidad. Saber quién realmente somos.
  • Alcanzar la serenidad mediante la purificación física, mental y espiritual.

¿Cuánto tiempo más pretendes sufrir?El mejor momento para renunciar al sufrimiento fue ayer, y el segundo mejor momento ¡es ahora! No hay excusas. Como dijo H. Jackson Brown Jr “…Tienes exactamente el mismo número de horas por día que fueron dadas a Helen Keller, Pasteur, Miguel Ángel, la Madre Teresa, Leonardo da Vinci, Thomas Jefferson y Albert Einstein.

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