“La vida en sí es el más maravilloso cuento de hadas”.
Hans Christian Andersen

“Érase una vez…» Sólo la lectura o mención de esta frase es capaz de trasladarnos a maravillosos espacios de sanación, donde somos fortalecidos por poderosas imágenes arquetípicas, que durante siglos han sido usadas por la humanidad para transitar del dolor al amor. Desde tiempos muy remotos, los magos y sabios han utilizado los cuentos para pasar enseñanzas de forma indirecta y respetuosa; cuentos de hadas, parábolas bíblicas, leyendas y mitos populares, transmiten importantes valores morales, éticos y culturales para salir adelante en la vida.

Provocarle a alguien un sufrimiento innecesario, es poco amoroso. Esto se nos olvida cuando empujamos a alguien a recordar acontecimientos que le resultan en extremo dolorosos. Sin importar el gran deseo que tengamos de sanar (o sanarnos), no es recomendable empujar a una persona (o a nosotros mismos) a tratar los conflictos o traumas, cuando no se poseen las fuerzas necesarias para enfrentarlos.

El mejor momento para leer o escuchar un cuento es justamente ccuando estamos atravesando por un estado interno desagradable, una angustia que no se sabe con certeza de dónde viene, una sensación de desasosiego, de insatisfacción, temor, incertidumbre, o una amalgama de sentimientos confusos, cuya expresión resulta sumamente complicada. El cuento es el mejor remedio para sanar las heridas del corazón, especialmente, cuando se mantienen ocultas, ignoradas, o rechazadas.

Y es que, cualquierconflicto que quede atrapado en algún lugar de nuestra mente, luchará por salir como una rata apresada en una trampa, mientras gastamos una gran cantidad de energía en mantener el dolor alejado. Nuestras luchas sólo pueden resolverse de forma efectiva trabajando en ellas, sacando completamente a la conciencia sus aspectos más escondidos y dolorosos.

En caso contrario, los contenidos no elaborados aparecerán cada vez que encuentren la ocasión; en los sueños, en las pesadillas, en problemas físicos como dolores, cansancio, o en una sensación de malestares de todo tipo, algunas veces sutiles y otras insoportables.

El cineasta Alejandro Jodorowsky dice: “Los cuentos me han ayudado a calmar mi hambre y mi sed. Son siempre mitades que nos transporta la tradición oral. Las otras mitades habitan en nuestra alma. Al unirse cada cuento con su interpretación, experimentamos una pequeña saciedad.”

Los cuentos son algo más que inocentes fantasías destinadas a entretener niños. El cuento opera como una especie de caballo de Troya; encubre la información que el inconsciente considera peligrosa, permitiéndole la entrada a ese territorio misterioso y complejo en forma de “regalo”. En realidad, la funcion de los cuentos es despertar en la persona la conciencia de sí misma.

Los cuentos siempre nos muestran algo de nosotros mismos. Detrás de su envoltura infantil y mágica se esconden potentes claves de desarrollo, herramientas para comprender y manejar distintas vicisitudes de la vida, incluso las más complejas, en un lenguaje simbólico y profundo que todos podemos comprender.

El escritor Anthony de Mello señala que existen varias formas de leer cuentos:

1-Leer un cuento una sola vez y pasar al siguiente. Este modo sirve únicamente deentretenimiento.

2-Leer un cuento dos veces, reflexionar sobre él y aplicarlo a la propia vida. Es una especie de teología que puede practicarse con bastante provecho en grupos pequeños para compartir las reflexiones.

3-Volver a leer el cuento, después de haber reflexionado sobre él. Crear un silencio interior y dejar que el cuento le revele a uno su profundo significado interno. Progresivamente,se adquiere una especie de sensibilidad mística.

Los cuentos nos pueden ayudar a descubrir cualidades del alma, necesarias en la solución de los dilemas que vivimos cotidianamente.Son una poderosa herramienta de sanación, de un inestimable valor en nuestro proceso de desarrollo personal. El escritor canadiense Yann Martel decía que la vida en un cuento. Él explicaba que el mundo no es sólo como lo vemos, sino también como lo entendemos, y aclaraba que al entender una cosa, siempre le añadimos algo. Ese fenomeno convierte a la vida en un cuento.

Según Nick Owen, la magia que desatan los cuentos viene al escuchar el eco de nuestro propio interior, resonando en el argumento de una historia aparentemente ajena y lejana.Redescubrí la magia de los cuentos con la llegada de mi nieto Héctor Nicolás. ¡Le encantan!

Albert Einstein también amaba los cuentos.Una historia cuenta que una madre le preguntó: ¿Qué debo de leerle a mi hijo para que mejore sus facultades matemáticas y sea un hombre de ciencia?

-Cuentos, respondió el científico… Muy bien, dijo la madre. Pero, ¿Qué más? Más cuentos, replicó Einstein. ¿Y después de eso?, insistió la madre. Aún más cuentos. ¿Te motivas a regalar cuentos en esta Navidad?