Sanciones contra Honduras

Sanciones contra Honduras

El Presidente Leonel Fernández propuso públicamente que Honduras fuera sacado del DR-CAFTA como forma de presionar para que su gobierno de facto acepte la propuesta del mediador Oscar Arias.

Aunque el imponer sanciones económicas tiene sentido y existen muchos antecedentes, nada en ese Tratado de Libre Comercio permite sacar, aun provisionalmente, a un país del mismo, negándole sus beneficios, que en este caso, principalmente serían el acceso, libre de impuestos, de los textiles hondureños, concentrados en la ciudad de San Pedro Sula, al mercado norteamericano.

Todos los acuerdos de libre comercio, ya sean el NAFTA, el DR-CAFTA, la propia Unión Europea y los existentes en Latinoamérica, Asia y África, requieren ser aprobados por la Organización Mundial del Comercio (OMC), pues representan desvíos de un libre comercio aplicable por igual a todos los países miembros de esa organización y en ninguno de esos acuerdos la OMC permite “cláusulas democráticas” de carácter político.

Sin embargo, fuera del contexto del DR-CAFTA se pueden establecer sanciones contra el gobierno de facto hondureño. Podríamos citar muchos antecedentes, pero circunscribámonos a nuestra pequeña isla, llena de ejemplos sobre este tema. En 1960, con motivo del atentado contra la vida del presidente venezolano Rómulo Betancourt por parte de Trujillo, ese país propuso a la OEA muy fuertes sanciones económicas contra el gobierno dominicano pero se resolvió limitarlas, por el momento, a un embargo de armamentos.  Fue la primera vez en las relaciones interamericanas que se imponían sanciones económicas colectivas contra un país miembro. También se rompieron relaciones diplomáticas con el régimen. Con el fin de perjudicar a la economía dominicana y al bolsillo mismo de Trujillo, al incrementarse la cuota azucarera norteamericana al país, debido a la negación de la misma a Cuba, el Congreso norteamericano pasó una ley imponiendo un impuesto a las exportaciones dominicanas de azúcar equivalente a la diferencia entre el precio mundial y el norteamericano. Poco después Estados Unidos estableció, unilateralmente, un embargo contra todas sus exportaciones a Cuba, excepto medicinas y ciertos alimentos.

En enero de 1961, poco después de Estados Unidos romper relaciones diplomáticas con Cuba, la OEA impuso sanciones económicas contra el régimen trujillista.  Ningún país miembro podría enviar petróleo a Santo Domingo, pero como Trinidad en esa época ni siquiera era un país independiente, ese embargo no tuvo efectos, pues se importó el petróleo desde esa isla, en vez de desde México, Venezuela o Estados Unidos.

El presidente haitiano Aristide fue derrocado por una junta en 1991.  Ante la OEA el canciller norteamericano James Baker declaró:  “Esta Junta será tratada como un paria, sin amigos, sin apoyo y sin futuro. Este golpe de Estado no puede tener éxito”.  Días después la OEA impuso un embargo a las exportaciones de combustibles hacia Haití.  Pero países fuera del hemisferio comenzaron a suplir a Haití.  Éste también llegaba desde la frontera dominicana.  Aun así, el efecto sobre la economía haitiana fue desastroso y varios miles de haitianos tomaron la yola, teniendo que ser recibidos unos 17,000, en la base norteamericana de Guantánamo.  Otros cruzaron la frontera. Sin embargo, las textileras ubicadas en Puerto Príncipe pudieron seguir exportando a Estados Unidos.

Poco después Naciones Unidas apoyó el embargo de la OEA, lo que significó que nadie podía exportar petróleo a Haití. Eso obligó al gobierno de facto del general Cedrás a negociar con el depuesto Presidente Aristide. Luego Estados Unidos prohibió remesas a Haití por encima de 50 dólares, así como todo vuelo comercial.  Canadá se incorporó a ese embargo.  Luego Naciones Unidas autorizó una intervención militar por parte de Estados Unidos.

En el actual caso de Honduras lo que procede es que la OEA y ojalá Naciones Unidas también, ordenen un embargo sobre las exportaciones petroleras a Honduras.  Eso lograría que el gobierno de facto acepte la propuesta de Arias, a no ser que ese petróleo llegue a través de sus fronteras con Nicaragua, El Salvador y Guatemala.

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