Sanciones  contra   menores deben perseguir su reformación integral

Sanciones  contra   menores deben perseguir su reformación integral

Antes de concentrar esfuerzos en aumentar las penas contra los menores que delinquen, las autoridades deben perseguir la reeducación, resocialización y reinserción de aquellos que guardan prisión.

 La llamada teoría de “Las Tres R’s” es a juicio de la    fiscal de la Corte de Niños, Niñas y Adolescentes del Distrito Nacional, Leonora Martínez, la única respuesta que podría impactar los índices de criminalidad que afectan ahora al  país.

 De igual forma, expresó que es el medio más idóneo para lograr  un cambio verdadero  de la  conducta delictiva de los menores de edad.

Durante su participación en el Almuerzo Semanal del Grupo Corripio, la fiscal indicó que los niños, niñas y adolescentes que cumplen condenas en centros modelos son el mejor ejemplo de los cambios que puede provocar un sistema de reeducación, ya que comienzan a mostrar resultados casi inmediatos.

En ese aspecto, indicó que se observa un cambio considerable en la conducta de los  internos, y hasta en el lenguaje que utilizan, cuando  comienzan a asistir a los tribunales y cuando  están por cumplir su sentencia o asisten  para  solicitar una variación de  sanción o solicitar  permiso de salida.

Centros modelo.  Martínez destacó el trabajo que se realiza en el Instituto Preparatorio de Menores o El Reformatorio, de San Cristóbal; y en el Instituto de Niñas de Villa Consuelo, en la Capital, donde a cada interno se le elabora un plan individual de seguimiento.

 Dijo que los centros, que son manejados por comunidades religiosas, cuentan con especialistas de la conducta y terapistas que tienen a su cargo el monitoreo de la situación de cada interno, en base mensual.

 En el proceso, citó Martínez, se incluye a la familia de los menores, de manera que se cambien las situaciones de riesgo.

El modelo de esos dos centros es el mismo que se utiliza en Francia en el caso de los menores, donde seis meses antes de que los adolescentes sean dejados en libertad son reeducados por profesionales de la conducta que trabajan  en coordinación con sus familias.

 “Cuando el menor está interno y va a ser dejado en libertad, vuelve a encontrarse con su misma ausencia del padre o de la madre y las mismas precariedades familiares”, sostuvo.

Dijo que los dos centros modelo son ejemplos de manejo de  plan individual a menores sancionados pero que aún así reciben un presupuesto muy escaso.

Plan individual.  A juicio de la fiscal de la Corte de Niños, Niñas y Adolescentes, el sistema de plan individual que se utiliza en los centros modelos de menores debe ser llevado a los restantes seis.

Explicó que como cada plan tiene un área pedagógica, sicológica y seguimiento familiar, permite que se logre un cambio profundo en el perfil del menor en conflicto con la Ley.

“Hablar de que recrudecer las penas resuelve el problema de la infracción de los adolescentes es absurdo”, expresó la fiscal, porque no incluye una preparación para que puedan reinsertarse en la sociedad como ciudadanos útiles.

De igual forma, calificó de “alegre” que se aumenten las penas sin primero establecer cuál es la situación familiar de los adolescentes y qué les llevan a delinquir.

 Señaló que en el tribunal ha recibido casos en los que los menores  han delinquido como producto de algún problema familiar. Estos traumas pueden ser tanto emocionales como económicos. 

  En ese sentido, dijo que los jóvenes que viven en la  extrema pobreza son más vulnerables y, por ende, más propensos a incurrir en hechos delictivos.

Se requiere una transformación.   El presidente de la Corte de Niños, Niñas y Adolescentes, Juan Aníbal Rodríguez,  consideró que los centros de corrección de menores deben ser transformados, ya que en su estado actual se constituyen en centros multiplicadores de conductas delictivas.

Indicó que ello se debe  al bajo presupuesto que reciben y que les impide implementar políticas correctivas y reformativas.

Las claves

1.  Son utilizados

A juicio de la fiscal de la Corte de Niños, Niñas y Adolescentes,  Leonora Martínez, la mayoría de menores que delinquen son utilizados por un adulto, que se aprovecha porque reciben penas inferiores.

2.  Requieren reformas

Para el presidente de la Corte de menores del Distrito Nacional, Juan A. Rodríguez, los centros de corrección se constituyen en  multiplicadores de conductas delictivas, por lo que deben ser transformados.

3.  No recuperables

Aunque la fiscal afirmó que la mayoría de los  adolescentes pueden ser reformados, con un adecuado plan individual y de seguimiento, reconoció que hay muchos que no son recuperables. 

4.  Denuncias graves

Ha recibido denuncias de que en los centros se admiten mujeres en las noches para “alegrarles la vida” a los internos y que además se ingresan bebidas alcohólicas camufladas en botellas de refresco.