Cuando pensamos en ellas frente al terror, a lo desconocido, a los fenómenos psicológicos, al miedo en sentido amplio, en la pantalla de nuestro cerebro vemos siempre a Audrey Hepburn en la cocina de aquel apartamento. Audrey, delgadita y frágil, tiene como indumentaria esencial de su personaje el bastón y las gafas negras, pero al ser “Espera la oscuridad”, de Terence Young una película de objetos, le añadimos siempre al recuerdo, la muñeca y la nevera.

Precisamente la puerta de esa nevera que se abre, será parte esencial del “clímax” de la trama para acabar con el malvado Alan Arkin y para que triunfe la indefensa cieguecita, después copiada como quien no quiere la cosa, por la Mia Farrow de “Terror ciego”.

A Mia le perdonamos eso y muchísimo más, ya que también supo ser la viva encarnación del pánico en la obra maestra de Roman Polanski que es “La semilla del diablo”, donde encarnaba a Rosemary, aquella muchacha recién casada que iba a ser víctima de la más terrible de las conspiraciones y engañada incluso por su propio marido (y los maridos son muchas veces engañosos,  ya que eso le pasó también a Audrey, y mucho tiempo atrás a la Ingrid Bergman de “Luz que agoniza”), que era capaz de aceptar el rol de cornudo para que el mismísimo Satanás, señor de las tinieblas, se acostara con su esposa y le procreara un hijo, ese Anticristo que iba a regir los destinos del planeta. Mia también pasó miedo lo mismo que a la Jaime Lee Curtis, considerada en su momento “La reina del terror” después de sus apariciones en la serie de “Halloween”, que ahora está recibiendo un repunte de popularidad debido al “remake” que se ha hecho de la misma y que la ha colocado en los primeros lugares de la taquilla estadounidense.

Ahora tenemos en nuestras carteleras a dos famosas estrellas, una es Sandra Bullock y la otra Nicole Kidman. Ambas parecen gustar del género, porque no es la primera vez que se enfrentan a temas parapsicológicos y extraños.

Sandra estuvo hace poco en la versión yanqui dirigida por el argentino Alejandro Agreste, de “La casa del lago”.

Difícil era entender aquella historia de dos personas habitantes de una casa al parecer simultáneamente, pero divididos por la barrera de un tiempo capaz de hacer las más inverosímiles trastadas permitiendo incluso el amor entre ellos y rompiendo las normas implacables del destino.

Precisamente, eso es lo que no logra romperse en “Premonición”, la película que también protagonizada por la Bullock, se estrena ahora en nuestras carteleras y que pudiera significar el otro lago de la moneda. Aquí, Sandra aparenta estar felizmente casada hasta que llegan esos policías, pájaros de mal agüero, a su casa para notificarle que su marido ha muerto en un accidente automovilístico. Toda una tragedia. Agotada, Sandra va a acostarse y consigue dormirse.

Al día siguiente se despierta y se encuentra con su marido desayunándose como si nada hubiera pasado. ¿Qué ha sido todo aquello?

¿Qué ha pasado allí?  No nos parece nada mal el punto de partida. La dificultad está en salir de todo este enredo.

Nicole Kidman, por su parte, también gusta de estos asuntos y no le fue nada mal cuando aceptó el reto de protagonizar una película de un director latinoamericano afincando en España desde los tiempos de su infancia.

“Los otros” (The others) fue un éxito mundial y la cinta era capaz de ponerle la piel de gallina a cualquier espectador. Y es que la audiencia se quedaba boquiabierta con su sorprendente final tal y como sucedía con “El sexto sentido”, esa que Shaymalan nunca ha podido superar ni tan siquiera igualar. Nicole volvió a las andadas en “Birth”. Ella, en aquel film, también resultaba ser viuda y un buen día conocía a un niño que resultaba ser la reencarnación de su marido.

Todo un absurdo, pero pocas actrices han aguantado a la cámara fija en su rostro mientras expresan todo tipo de emociones.

Sólo por ese plano, esta cinta merecería una visión.

Ahora la tenemos en una nueva versión de “Los usurpadores de cuerpos”, de esos “Body snatchers” que aparecieron por vez primera en la versión de Don Siegel de 1956 ,para luego reaparecer gracias a Philliph Kauffman y a Abel Ferrara. Pensábamos que íbamos a descansar de ellos, pero ahora con variantes por supuesto, los tenemos de nuevo en un film dirigido por Oliver Hirschbiegel, donde Nicole se percata de que su hijito es el único que puede detener una invasión alienígena.

La escasa imaginación de los guionistas de Hollywood vuelve a ponerse a prueba.

PREMONICION

(Título original: Premonition, Dir: Mennan Yapo, Dir: Sandra Bullock, Julian MacMahon, Shyann McClure, Courtney Taylor Burness, Nia Long)

Si se le hubiera conseguido un final impactante a esta historia, otra cosa hubiera sido, pero se trata de un film que cuenta sólo con un punto de arranque intrigante. El resto se diluye hasta caer en el vacío. Sandra Bullock hace de Sandra Bullock y ya nos conocemos sus registros histriónicos que sólo en contadas ocasiones como en “Crash” e “Infamous” logran extenderse hasta lo realmente meritorio.

Ya lo saben. Con el destino no se juega y al final siempre va a ser él quien resulte triunfador.

Calificación: 2 (Regular)