BUENOS AIRES, EFE. El cantante romántico argentino Sandro, de 58 años, volverá a los escenarios a comienzos de marzo después de superar un grave problema de salud, con la certeza de que no va a “defraudar a nadie”, dijo en una entrevista publicada ayer.

“Yo pensé que jamás iba a volver a cantar ni a estar vivo. Pero aquí estamos, y gracias a Dios hasta preparando un nuevo espectáculo”, afirmó “El Gitano” al diario Crónica.

Sandro, que sufre de enfisema pulmonar, estrenará “La Profecía” en la ciudad de Rosario, a unos 400 kilómetros de Buenos Aires, el próximo 5 de marzo, y después se trasladará a la capital, donde tiene programadas numerosas funciones.

Roberto Sánchez, como se llama en realidad el cantante, cree que su recuperación se debe a “un milagro” de la fe y asegura que está “cantando realmente bien” y “con los mismos tonos” que hace 40 años, cuando empezó su carrera artística.

Su vida ha cambiado desde que tuvo la crisis que le puso al borde de la muerte. Ahora tiene que llevar consigo siempre un aparato para medir el oxígeno en la sangre, un “saturómetro”, dice, y está más grueso por los corticoides que debe tomar, pero quiere seguir siendo un seductor y hacer delirar a las mujeres con sus canciones.

“Quiero que la mujer que me vea cierre los ojos y diga: ‘es igual que hace cuarenta años’. Si yo consigo eso, soy el hombre más afortunado de la tierra”, subrayó el intérprete de “Rosa, rosa” y “Quiero llenarme de ti”.

El cantante, famoso por sus sensuales movimientos de pelvis y por la gran colección de ropa interior femenina que podría haber hecho con las prendas que le arrojaron al escenario sus “fans” a lo largo de su carrera, ha apostado por la novedad en “La Profecía”.

Además de abrir el espectáculo con un cuadro basado en su problema de salud y en sus creencias religiosas, Sandro ha incorporado una mini obra de teatro sobre los gitanos argentinos.

“La voz de América” promete poner tanta fuerza en su nueva presentación que la gente “se va a desmayar”, dijo.