Todos hemos probado un sándwich alguna vez en nuestra vida, ya sea por satisfacción o por pura necesidad. Y es que, realmente, el sándwich tiene esa característica, que puede servir para complacer  el paladar o simplemente para ahorrar tiempo, sobre todo a aquellas personas que pasan todo el día fuera de casa.

Según explica el doctor  Félix Escaño, endocrinólogo-nutricionista, en la época actual la popularidad del sándwich es indiscutible por representar un plato fácil y rápido de elaborar que acomoda al ciudadano al consumo de calorías “muchas o pocas” dependiendo del contenido del mismo, si es de carne,  queso,  jamón o combinaciones, se puede utilizar en cualquier momento del día y es recomendable a cualquier edad.

“Un sándwich es  muy buen manjar, pero depende de qué se le ponga. Hay que dejar de demonizar ciertos alimentos”, dijo el especialista, quien agregó: “Hoy no se puede dividir los alimentos entre buenos y malos, sino que sean sustentables, placenteros y balanceados”.

Como es bien sabido desde los tiempos de infancia, existe una cultura de incluir el sándwich en la lonchera  o como un desayuno rápido, por ejemplo; sin embargo, el sándwich puede ser un almuerzo o cena  completo siempre que usted escoja los ingredientes adecuados, incluya vegetales y reduzca  las calorías escogiendo margarina por encima de la  mantequilla  y  mayonesa light o aderezando   con  aceite de oliva.

Alimentarse en dos por tres.   Escaño explica que con relación al  sándwich, los dominicanos  tenemos grandes alternativas: “por ejemplo el popular  pan de agua gustoso, crujiente, que usted  complementa con queso y tomates, además contamos con la mantequilla natural del dominicano, “el aguacate”. Esta combinación permite ingerir un bocado nutricional que no llega a las 200 calorías, a diferencia del sándwich convencional.

Así mismo dice que dada la facilidad y comodidad que representa la elaboración de  un sándwich, lo ideal en los niños y jóvenes es  prepararlos “bajos en calorías” (queso o jamón más tomates y lechuga), que sustituya “la comida del medio día o la cena”, enseñar a los niños al consumo de los vegetales que acompañan al sándwich y completar las calorías faltantes del menú diario, complementando con la próxima comida del día.

¿En casa o fuera?  Hay varias  formas de prepararlos en casa incluso hasta de  huevos y vegetales, es importante degustarlos frescos, por ello es aconsejable hacerlo al momento de comerlos. También en el país hay varios establecimientos famosos como Barra Payán, famosa por sus sándwiches “criollos”.

Pero además hay varias  franquicias internacionales, como por ejemplo Quiznos, una cadena de Estados Unidos que se destaca por la elaboración de  sándwich gourmet de cortes de pavo, res, cerdo, pollo y los tradicionales.

Sabroso invento

El inventor del sándwich fue John Montagu (1718-1792), cuarto conde de Sándwich. Un día le pidió a su mayordomo que le preparara algo de comer para que no tuviera que pararse de la mesa de juego (era adicto al ajedrez),  le trajo roast beef ( corte de res   tierno asado)  y pan. El conde decidió meter el roast beef entre los dos panes y ahí nació el tan preciado plato.