Sandy Paredes, celebra  sus diez años como actor  y director de teatro dedicado al trabajo cultural especialmente con jóvenes de los barrios que están en mal camino integrándolos a un movimiento cultural como es la danza y el teatro.

Para celebrar su primera década en el teatro, Paredes va a estrenar el 31 de  octubre en el auditorio del Dominico-Americano un collage de todas las obras  y danzas que él ha dirigido.

Manifestó el actor que muchos  de esos muchachos hoy en día están en diferentes programas de TV, han viajado a festivales culturales y las muchachas se han ido a concursos de belleza con gran éxito fuera del país.

El joven actor recuerda que se inicio en el mundo de la actuación cuando estaba en el bachillerato a los 14 años, edad a la que  hace su primer   taller de iniciación teatral en Bellas Artes. A  los 16  años  ingresa debidamente  a la Escuela Nacional de Teatro en el Palacio de Bellas Artes.

Expresó el director teatral que una de  las personas que más  admira en el  mundo del teatro es al profesor y actor  Angel Haché, quien fue su maestro y quien le enseñó todo lo que sabe  y con quien todavía mantiene una buena relación. Otra persona que siempre despertó su admiración es el fenecido actor Jaime Lucero, que se dedico al teatro popular “porque en nuestro país no existe un teatro clásico sino más bien el teatro  popular”.

“Mis sueños  como todo actor y director es que mi trabajo sea reconocido por todo el mundo, presentarme en grandes teatros y seguir ayudando a la juventud a través de la danza y el teatro”, afirmó.

Sandy ha dirigido tres  obras “La divina tragedia”, “Una pareja de adolescentes” y “Encuentro de cultura”.

También a formado parte de los elencos de las obras  “Entre el cielo y la tierra”,   “La princesa que no podía llorar”, “La bella y la bestia”, “Las mil caras del engaño”, “Relatos”, fue libretista del programa de televisión “Asperísimo”, entre otras.

Viajó a la ciudad de Lion en Francia  en el 2003  para participar en un festival teatral y luego se va a España donde   permanece por tres años. Allá se desenvuelve impartiendo   talleres de teatro y participa en el primer festival  intercultural de inmigrantes de Madrid en el año 2004.