Sangrado nasal o epistaxis

Sangrado nasal o epistaxis

Generalmente, el sangrado nasal, particularmente en niños, no adquiere una magnitud que alarme. No obstante, hay una cantidad de pacientes que presentan sangrado profuso.

Estos generan preocupación y la necesidad de una consulta con el médico clínico, pediatra o generalista. Mas aún, algunos de éstos casos deben terminar con la atención del Otorrinolaringólogo.

Hay dos clases de sangrado según el lugar de la nariz de donde provengan:

Epistaxis Anterior: la fuente del sangrado está radicada habitualmente en el tercio anterior del septum nasal, médicamente conocido como área vacular de Kiesselbach.

Este tipo de sangrado es frecuente en niños y jóvenes, y aun cuando pueda ser importante su resolución pasa por un taponaje o una cauterización simple.

Epistaxis Posterior: el sangrado proviene del tercio posterior de la nariz. Son sangrados propios de personas adultas o mayores.

Son verdaderamente peligrosos, y su resolución pasa por taponajes posteriores (muy diferentes a los anteriores) y cirugías de ligadura de la arteria sangrante.

Una situación que se presta a confusión es, que cuando el sangrado es abundante parece provenir de ambas fosas nasales, cuando en la mayoría de los casos proviene sólo de una.

Esto ocurre debido a que ambas fosas nasales están comunicadas por detrás por una cavidad única llamada Cavum. Es más el Cavum está comunicado hacia adelante y abajo suyo con la cavidad bucal, por lo cual la sangre invade la boca del paciente.

El sangrado posterior está asociado a la Hipertensión Arterial, motivo por el cual es más frecuente en pacientes mayores.

El sangrado anterior en cambio es más frecuente en menores, y tiene un pico de incremento en la temporada invernal cuando la calefacción reseca la mucosa nasal, generándose costras que son arrancadas y lesionan la mucosa.

Posteriormente, ésta queda tan debilitada que no hace falta tocar la nariz para que ésta sangre. Típicamente ocurre que el niño sangra cuando duerme, o como dicen las madres ‘de bien que estaba sangró’.

Debido a que el clima reseca la mucosa es frecuente la prescripciónde vapores y cremas endonasales que evitan esta situación, muchas veces en forma tardía, ya que una vez desarrollada la enfermedad puede ser necesaria la cauterización.

Se ha estudiado que en dichos casos, la persistencia del sangrado se debe a infección de la mucosa que mantiene la situación, motivo por el cual la prescripción de cremas antibióticas están plenamente justificadas.

DURANTE EL SANGRADO
Ante cualquier sangrado, haz la maniobra de la pinza (se pinzan las partes blandas de la nariz situadas por debajo del hueso nasal, entre el pulgar y otros dos dedos, durante varios minutos – 5 minutos, no menos-, manteniendo la cabeza en alto) lubricar o humectar la nariz evitar el rascado o el hurgado nasal evitar esfuerzos físicos, agacharse, levantar objetos pesadosevite el consumo de aspirinas (excepto indicación médica), ya que tienden a favorecer el sangrado nasal.

Si ésto no logra controlar la epistaxis, se debe concurrir al médico clínico o pediatra, y si éste lo considera necesario, al especialista en Otorrinolaringología.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas