POR LILIANA CEPEDA
 “¡Jo, jo, jo, jo!”. De seguro, ésta es una risa que resulta muy familiar. Y es que se trata de un sonido muy peculiar que identifica a Santa Claus, un queridísimo personaje, icono de la temporada navideña. Caracterizado con un traje color rojo, botas negras, barbas blancas y amable sonrisa, Santa Claus, San Nicolás, Viejo Pascuero; o Papá Noel, como se le conoce en algunos países hispanoamericanos, ha evolucionado totalmente su apariencia.

Este simpático viejito barrigón, que suele visitar a los niños cada año para hacerles regalos, se ha convertido en un elemento que no puede faltar en la decoración navideña.

Desde sus orígenes hasta la época actual, el cambio que ha experimentado el Santa Claus común, ha sido muy significativo. Ya no solo se presenta con el típico abrigo rojo y gorrito de borla blanca, sino que también asume, con más fuerzas, nuevas e interesantes propuestas.

Versátil y alegre Santa

Se ha convertido en una costumbre ver a Santa ataviado con colores con los que antes no se atrevía aparecer. Entre ellos se encuentra el azul, amarillo, el verde o el eléctrico fucsia.

Por fortuna, esta gran diversidad de Santas que el mercado tiene a su disposición permite engalanar los espacios acorde con su gusto y personalidad.

De modo que  si el mobiliario del que dispone en su casa u oficina tiene tonalidades pasteles, ya no tiene que preocuparse de que su Santa Claus vaya a quedar fuera de tono. Existen hermosos modelos en colores tierra que usted puede disponer elegantemente en cualquier mesa o repisa.

De igual forma, si la tonalidad que tiene su entorno y demás adornos es un poco más llamativa, tiene la opción de colocar uno que quede a tono con esta selección.

Otra novedad de los Santa Claus de hoy día, consiste en las diferentes actividades que pueden realizar. No solo puede aparecer viajando en un trineo, sino también tocando instrumentos musicales, bailando y hasta cocinando.

No importa cuál sea el modelo de Santa que elija. Lo importante es que sea el que más se parezca a su estilo y línea decorativa. A continuación, una pequeña muestra.

La leyenda

Aunque existen pocos detalles, se sabe que en el siglo IV, en la región de Licia, lo que se conoce actualmente como Turquía, vivía un joven de noble corazón llamado Nicolás. Siendo muy pequeño, Nicolás quedó huérfano y heredó una gran fortuna, la cual repartió entre los más enfermos y desamparados.

Luego, a los 19 años, se convirtió en sacerdote y con el tiempo llegó a ser obispo, caracterizándose  por su gran generosidad y preocupación por los desprotegidos. Además, se le atribuye el milagro de haber devuelto a la vida a tres niños que habían muerto, por los cuales intercedió a través de sus oraciones. Una vez muere, el obispo alcanzó la condición de santo, convirtiéndose así en San Nicolás de Bari. La popularidad de San Nicolás de Bari se extendió por toda Europa y el resto de los países del  mundo.