Muchas banderas ondearon en ella y hasta veinte veces cambió de manos a lo largo de su historia, razón por la que la isla Santa Lucia tiene encantos históricos y culturales que te motivan a recorrerla por completo.
Este tropical lugar ha recibido el sobrenombre de la Helena de las Indias Occidentales, debido a que durante casi dos siglos se las disputaron franceses e ingleses.
Lo mismo se refleja en cada una de sus estructuras incluyendo la pintoresca Iglesia de Castries con un encanto único, si se compara con otros templos del Caribe.
La “catedral”, como se le conoce comúnmente, es una de las iglesias más grandes en las islas del Caribe, pues mide 200 pies de largo (61 m) por 100 pies de ancho (30 m) y se le dio el estatus de Basílica Menor el 11 de mayo de 1999 como parte de las celebraciones de su centenario.
Aparte de su estructura, Santa Lucía es una isla de miradores y en cualquiera de los extremos que te toque verás unas vistas espectaculares de pequeños pueblos rodeados de hermosos paisajes naturales.
Pitons. Son las montañas más importantes de Santa Lucía y se pueden considerar el símbolo de la isla.
Las montañas se ubican al sur de la bahía de Soufrière, al suroeste del país, unos 21 kilómetros al suroeste de Castries, su capital.
Han sido tan admiradas que fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO, y están representadas en la bandera del país.
Qualibou. Es un volcán que genera gran atención turísticamente, pero todo el mundo le dice Soufriere, porque es el nombre del pueblo más cercano.
Es bueno aclarar que técnicamente el Qualibou no es un volcán, sino los restos de un cráter que hizo erupción y posteriormente colapsó hacen 39 mil años.
El lugar está conectado a la red de caminos de Santa Lucía y por lo tanto recibe una gran cantidad de turistas, los cuales acuden con la intención de apreciar sus caídas de agua y nadar en sus manantiales sulfurosos.
Qualibou significa “lugar de la muerte” en el idioma de los indios que vivían en estas islas antes de la conquista.
Allí se puede hacer la visita por el volcán y luego, los interesados pueden darse un baño de barro volcánico en aguas termales.