El pacto del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) profundizará la sensación de crisis que se siente ahora,  debido a que no ha aumentado la emisión monetaria, el Banco Central mantiene congelado el crédito y las tasas de interés altas, afirmó ayer el economista Isidoro Santana.

En la carta de intención presentada por el Gobierno al FMI, que sería conocida por su Directorio mañana, se establece la flexibilización de las tarifa eléctricas y el aumento de las tasas de interés.

“El problema está en que lo que correspondía gastar hoy lo gastamos demás en el 2010 y al Gobierno le fue muy bien con eso, pero hipotecó el futuro y mucho de eso es lo que estamos pagando ahora”, precisó.

Expresó que el acuerdo con el FMI era un mal necesario y que ahora corresponde tomar los tragos amargos.

Recordó que se llega a un acuerdo con el FMI cuando a una economía no le queda más opción, porque de lo contrario es peor.

Planteó que el acuerdo con el organismo  tenía dos etapas y que  primera era la parte buena, la cual implicaba para el Gobierno recibir mucho dinero para reactivar la economía, invertir y gastar mucho.

La segunda etapa, precisó, era para ajustar las cuentas para este año, pero el Gobierno se resistió, lo cual mantuvo en un limbo el acuerdo durante más de seis meses, porque hubo incumplimientos en una serie de aspectos.

“La verdad es que durante muchos años  cada vez que se firma una carta de intención, el Gobierno se compromete a flexibilizar las tarifas eléctricas y en la práctica eso no ocurre, pero hay que ver qué pasa  ahora”, dijo Santana.

El economista expresó que la sociedad no puede cargar toda la vida con el déficit eléctrico.

Manifestó Santana que el Gobierno logró que el FMI le permitiera aumentar un poquito el déficit fiscal de este año para utilizar unos recursos adicionales  del acuerdo  de Petrocaribe con Venezuela.

El economista sostuvo que la flexibilización de las tarifas eléctricas significa ajustarla a los costos.