Los principales desafíos macroeconómicos del país son luchar por un crecimiento más inclusivo y amigable con el medio ambiente, lograr mayor sostenibilidad fiscal a largo plazo y crear un dinámico sector exportador, afirmó ayer el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana.
Sostuvo que la mayoría de los problemas e insuficiencias que el país requiere superar están relacionados con la necesidad de que el Estado cuente con los recursos necesarios para satisfacerlos, para lo cual es imperativo un pacto fiscal que ordena la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Expresó que las entradas de capitales internacionales al país, incluyendo el endeudamiento externo, han sido un elemento importante en el crecimiento económico del país durante muchos años.

Pronosticó que la economía dominicana crecerá este año entre un 5% y un 5.5%, reflejando una desaceleración en relación con años anteriores, producto de la reducción del gasto público para mantener a raya el déficit fiscal.

Dijo que se espera que la actividad económica vuelva gradualmente a recuperar su ritmo en el segundo semestre de este año.

“Con la expansión de este año, la actividad económica dominicana estará mostrando una tasa de crecimiento promedio anual de 6.3% en el período 2012-2017, los cinco años que lleva el Presidente Medina en el poder”, dijo.
A su juicio, este éxito económico es más notorio cuando se toma en cuenta que en ese período el país ha registrado una inflación promedio de apenas 2.8%.

Indicó que el Gobierno está consciente de que el uso de crédito público no se puede mantener indefinidamente y que en algún momento hay que ponerle mayor control.

Indicó que el gobierno se ha trazado la línea de ser más estricto en el manejo del gasto público para reducir el déficit, debido a que el endeudamiento es generado por el déficit.
Por otro lado, el funcionario dijo que el salario promedio real se incrementó significativamente, al pasar de RD$11,539.80 en 2012 a RD$$13,565.87 en 2016, equivalente a una tasa de crecimiento promedio real de 4.1%.
Resaltó que el crecimiento en la ocupación formal también amplió el acceso a la seguridad social en el que entre 2012 y mayo de 2017, los afiliados al seguro familiar de salud pasaron de 5,022,465 a 7,126,425 personas incluidas.
En los primeros cinco meses del 2017, el 70% de la población dispone de un seguro de salud, la mitad de ellos en el régimen subsidiado de SENASA, dijo.