SURPRISE, Ariz. – Benito Santiago, luciendo casi fuera de lugar en un uniforme azul, sonó hasta triste al recordar sus tres memorables temporadas como el receptor de los Gigantes.

Hay, sin embargo, al menos una cosa que no extrañará de sus días en San Francisco.

“No me gusta el dirigente para nada”, dijo Santiago. “Las cosas no marcharon bien entre él y yo”.

Santiago, firmado por los Reales de Kansas City en diciembre, sigue molesto con Felipe Alou por dejarlo en la banca durante el cuarto y decisivo juego de los playoffs contra los Marlins de La Florida. Con la temporada en juego, Alou escogió al joven Yorvit Torrealba, en parte porque quería mantener a Santiago fresco para un posible quinto encuentro.

“Fue algo enfermizo. No tengo explicación para eso, solo ellos la tienen”, dijo Santiago al Mercury News. “¿Un tipo va a la guerra con ellos y luego, al final, lo sacan? Vamos. Estos son los playoffs. No es un juego regular”.

Hasta ahora, las quejas contra Alou forman un anillo familiar. Santiago y el estelar Jason Schmidt han cuestionado públicamente la habilidad de comunicación de su dirigente, acusaciones ante las que Alou se sonríe y recoje sus hombros.

Alou con mucha calma señala que los Gigantes ganaron 100 partidos el año pasado y no planean hacer nada diferente en el 2004. “Este club, por cierto, nunca estuvo en segundo lugar. Ni un día”, dijo. “Cuando se pierde en los playoffs, todo el mundo se molesta… Si hubiéramos ganado los playoffs y la Serie Mundial, el dirigente está bien”.

[b]SE SINTIO CRITICADO[/b]

Schmidt se ha arrepentido de sus comentarios, pero los problemas de Santiago van más allá de octubre. Dijo que se cansó de que Alou y los coaches cuestionaran la forma en que manejaba a los lanzadores.

“Ellos no saben que tienen que dejar jugar al receptor”, dijo Santiago. “Siempre están encima de uno. ¿Cómo pueden hacer eso cuando uno tiene tantos años en esto y sabe lo que hace? Cuando uno juega 19 temporadas, eso significa que uno sabe lo que está haciendo”.

Santiago, de 39 años, entra a esta temporada como el séptimo de todos los tiempos con 1,862 juegos detrás del plato. Con 89 juegos más, pasará a Al López, Jim Sundberg y Tony Peña, su dirigente con los Reales.

Para Peña, el cambio de equipo fue difícil.

“Lo odio”, dijo de tener que dejar el club. “Debido a los fanáticos y a lo bien que me fue en San Francisco. Eso fue especial y nunca voy a olvidarlo”.

Versión (Dionisio Soldevila Brea).