SANTIAGO Con obras élites, pero otras en pésimo estado

SANTIAGO Con obras élites, pero otras en pésimo estado

Santiago. Aunque con algunas instalaciones élites, como la Gran Arena del Cibao, el estadio Cibao y una piscina olímpica, la generalidad de las instalaciones deportivas de aquí se encuentran en pésimo estado.

A esta situación se añade el hecho de que muchas de las asociaciones se encuentran deambulantes por falta de espacios, sus dirigentes desmoralizados y la indiferencia de autoridades municipales y provinciales ante los problemas que les afectan.

La llamada Ciudad Corazón, tercera en importancia del país, primera de la principal región de la República Dominicana (Norte) y la casa de uno de los equipos más ganadores del béisbol profesional dominicano, Aguilas Cibaeñas, presenta un panorama deportivo tétrico, que contrasta con su desarrollo y el orgullo que tradicionalmente identifica al santiaguero.

La Gran Arena del Cibao, el estadio Cibao y la piscina olímpica, por cuestiones muy particulares de administraciones colectivas y con criterio privado, constituyen las excepciones en una provincia que no dispone de una pista de atletismo en condiciones mínimas adecuadas para la práctica del deporte que mayor cantidad de medallas olímpicas ha dado a la República Dominicana dos oro y una plata.

El complejo deportivo La Barranquita, construido en ocasión de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe Santiago 86, se mantiene distante para el deporte, la mayoría de sus instalaciones abandonadas y en avanzado estado de deterioro, aunque el mismo ha recobrado un poco de su esplendor a raíz de que fuera intervenido por el Ministerio de Deportes, con limpieza, la siembra de árboles y pintura.

“Valoramos del ministro de deportes, doctor Jaime David Fernández Mirabal, que tuvo el valor de hacer en el complejo algunas cosas que nadie se había atrevido, pero no es suficiente la siembra de árboles, pintura y limpieza. Al deporte de Santiago le hacen falta otras muchas cosas más”, dijo Juan Vila, presidente de la Federación Dominicana de Tenis y uno de dos santiagueros miembros del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano.

“La gente de Santiago le perdió la confianza al complejo deportivo La Barranquita por múltiples razones: la distancia, los robos y atracos que allí se sucedían y se suceden”, expuso Víctor Almánzar, presidente de la Asociación de Softbol.

 

 

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