Parte de las instalaciones deportivas más modernas de la República Dominicana se encuentran enclavadas en territorio de la llamada “Ciudad Corazón”.
Una muestra de ello lo representan la Gran Arena del Cibao y el modernísimo estadio de fútbol, construido en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
A esa lista también se le pueden añadir el estadio Cibao y la piscina olímpica, sin dejar de lado el conjunto de obras del complejo deportivo de La Barranquita, que incluye una pista de atletismo y pabellón de tenis de mesa, entre otros.
Sin embargo, mientras Santiago crece en materia de infraestructura deportiva, la presencia de sus atletas ha ido disminuyendo, no solo en cantidad, sino también en calidad, a nivel de competencias regionales y mundiales, como Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y en los Juegos Olímpicos.
La situación preocupa a la dirigencia deportiva local, que observa cómo otras provincias, con menos facilidades, logran insertar más atletas en las diferentes selecciones nacionales, como son los casos de Monte Plata, San Juan, San Pedro de Macorís y Sánchez Ramírez, entre otras.
“El deporte de Santiago está en una espiral descendente o pudiera decirse que en estado de emergencia”, expone Enmanuel García Musa, presidente de la Unión Deportiva, quien reconoce que su provincia cuenta con parte de las instalaciones más modernas de la República Dominicana. “Sin embargo, esas instalaciones no se utilizan para el fomento y desarrollo deportivo, sino para eventos de alta competición, incluso para la presentación de espectáculos artísticos y otras actividades ajenas al deporte, como es el caso de la Gran Arena del Cibao”, sostiene García Musa.
Afirma que hasta el año 2006 Santiago, en materia deportiva, era una provincia que hacía respetar su condición de capital de la región Norte y segunda en importancia de la República Dominicana.
“Una prueba de ello es que la región Norte, con Santiago a la cabeza, ganó los Juegos Nacionales Monte Plata 2006”, agregó.
De acuerdo con el dirigiente deportivo, esa situación cambió, producto de que los deportes de combate e individuales fueron sacados en el año 2007 del Palacio de los Deportes Doctor Oscar Gobaira para dar paso a la construcción de la Gran Arena del Cibao “y nos dejaron a la intemperie, deambulando, sin espacios para desarrollar nuestras actividades, pese a que el compromiso era volver a la moderna instalación o reubicarnos en otros lugares”.
García Musa afirma que el deporte de Santiago ha recibido muchos golpes y que se ha mantenido de pie gracias al espíritu y la vocación de sacrificio de sus dirigentes, pero no por el apoyo de sus autoridades ni de sus empresarios.