SANTIAGO.-
Raudy Torres abrazó la vida cargando una mochila de sonrisas, color, música, entusiasmo y amor. Procuró siempre admirar la belleza de la vida, y se notaba en el trato con las personas tanto cercanas como las que encontraba en su camino. Era un ser humano único, excepcional.
Ayer, su vida se apagó físicamente, pero hay un legado de colores, fantasía, magia, sabores, alegría, solidaridad y creatividad que jamás se borrarán. Sus huellas están en el arte, en la cocina, en el carnaval, en sus sabias palabras…
El personaje de “Mochila”, fue su inspiración, para iniciarse en el carnaval a la edad de 9 años, disfrazándose a escondidas de sus padres, con ropa prestadas, pero ya a los 14 años pudo abrirse al personaje de Roba lagallina, con la ayuda de su vecino Vitico Erarte.
En una ocasión, Raudy contó que la iniciativa de cambiarle el colorido, la forma a lo que tradicionalmente era conocido como Roba lagallina, de Mochila, fue el no entender por qué esa sombrilla estaba vuelta una “misericordia” y el vestido lleno de harapos. Dijo que pensó que podía ser elegante y más versatil, y eso fue lo que hizo año tras año y precisamente eso lo catapultó como el personaje más emblemático del carnaval y el Robalagallina más famoso de la República Dominicana.
Nació en Los Pepines, el 15 de septiembre del 1953 con el nombre de Raudo Porfirio Torres Pepín, hijo del barbero Ángel María Torres y de Antonia Pepín. Tenía dos hermanos, Rafael Alejandro y Ángel María (fallecido). Llevaba con orgullo el haber estudiado en el liceo Ulises Francisco espaillat (hoy Liceo Onésimo Jiménez), el que le hicieran en vida una estatua en el área del Monumento y el ser el pionero en haber representado al país en festivales internacionales como chef y también en el personaje de Robalagallina. Su amor por la gastronomía nació a la edad de 17 años, cuando entró a trabajar en la cocina del Gurabito Country Club, en el sector de Baracoa, donde originalmente estaba este club de diversiones, y fue tan grande su entusiasmo que jamás dejó de perfeccionar el arte culinario, llevándolo a estudiar en escuelas de París. En la Universidad Católica Madre y Maestra, se gradúo de abogado para complacer a su padre, que se opuso a que fuera chef o barbero.
Fue a muchos eventos internacionales de cocina a Francia, Rusia, Brasil y Estados Unidos y en el país se destacó realizando ferias en los hoteles de Punta Cana. Su sabor fue, por décadas, el más codiciado en las grandes actividades sociales, bodas, cumpleaños y bautizos en esta ciudad.
Fue conductor del programa “Como en casa”, difundido por Teleuniverso, canal 29. En ese programa, que era su pasión, artistas, comunicadores, periodistas y casas comerciales encontraron siempre a un aliado, sin mayores pretensiones que hacer de esos minutos una eternidad de amabilidad y solidaridad.
El arquitecto Sergio Taveras, quien era su compadre, dijo sentirse devastado y opinó que la ciencia hizo todo lo humanamente posible por salvarle la vida.
Taveras fue quien estuvo a cargo del cuidado de Raudy, pues el chef y gestor cultural solo contaba con su hermano mayor, Rafael, dos sobrinos y Yolanda de Torres, la viuda de su hermano Ángel, quien falleció hace unos años.
“Hoy tengo que decirle adiós como se despide a un hermano, cuando los ojos nublados no me dejan ver su sonrisa y mis extravagancias con él. Raudy fue un ser humano único, fue el hermano que la vida me regaló”, expresó.
Contó que fue la comunicadora Mayra Robles, gran amiga de Raudy, fue quien los presentó cuando iban a contraer matrimonio y desde entonces surgió una gran hermandad que nunca se quebró.
“Hoy me vienen a la memoria tantas anécdotas, tantos momentos vividos al lado de Raudy, que todo se lo tomaba a chercha. Hicimos todo lo humanamente posible por salvarle la vida, pero sus problemas renales estaban muy avanzados”, sostuvo.
El alcalde Abel Martínez expresó hoy su profundo pesar en su nombre y en el del municipio de Santiago, por la muerte del chef y gestor cultural Raudy Torres, y destacó las cualidades humanas de quien fuera el más popular de los “Robalagallina” del carnaval de Santiago, quien participó de estas fiestas hasta el más reciente montaje, en febrero pasado.
Martínez dijo que con la muerte de Raudy Torres, Santiago y el país pierden a un gran personaje, destacado en el mundo de la buena cocina.