Ya ir a Santiago no es un viaje para preocuparse. Desde que la carretera Duarte nos lleva en apenas dos horas, se puede ir a comer, a cenar o a una reunión de trabajo y volver a continuar con nuestros compromisos cotidianos.
Además del interesante recorrido hasta allá que nos ofrece un paisaje de inigualable belleza y que se va cambiando ante nuestros ojos, Santiago de los Caballeros es una ciudad que tiene mucho que ofrecer.
Hay muchas ciudades con este nombre en América y el Viejo Continente, y cada una tiene su propia personalidad y su encanto.
El nuestro, tiene además del tesoro de su larga historia y legado cultural, una vitalidad y una modernidad que impactan a sus visitantes.
Bares, restaurantes, parques, teatros y espacios culturales como el Centro León la convierten en un lugar especial.