El Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano convoca a desarrollar “Ciudades para la Vida”. Reta a impulsar el alma de las ciudades para que aseguremos calidad de vida. Se acopia la filosofía del proyecto santiaguero de formular la Agenda Estratégica de Cultura para el Desarrollo. Una ciudad se constituye por históricas identidades tanto materiales e inmateriales que expresan en el especial modo de vivir de la ciudadanía.

Ciudades con alma es el tema tratado recientemente en el periódico Granma al describir que la Galería Artis del Fondo Cubano de Bienes Culturales acoge “Ciudades”, la propuesta artística de Luis Camejo que expresa ángulos, luces, colores y texturas en una colección de imágenes de ciudades donde aflora un “extra especial”, ese que otorga el tiempo sempiterno de estructuras físicas compañeras de humanos, y sobre todo de la mano de algo mágico que tienen las urbes, donde seres humanos y seres edificados se dan la mano. Donde el medio social concurre con el medio construido creando el Alma de la Ciudad.

Ciudades para la vida impulsa localidades con capacidad de facilitar el buen vivir. Ese objetivo no depende del block, varilla y cemento. No se asocia sólo a infraestructuras, y menos aún al urbanismo clásico. Se relaciona con factores intangibles que son los que precisamente vinculamos con el Alma Urbana, y que abarcan cuatro categorías: i) los valores que cada ciudad promueve, ii) la manera como la ciudad crea y reparte oportunidades, iii) su capacidad de inclusión, y iv) su grado de equidad.

El alma de las ciudades es su cultura. Barcelona, Buenos Aires, Mérida y Medellín, coinciden con Santiago en trabajar la cultura como expresión del Alma Urbana, pues la cultura gestionada estratégicamente fortalece valores que impulsan la creación de empleos, reducen la violencia, integran comunidades excluidas en el desarrollo y mejoran el aprovechamiento creativo de parques, plazas y espacios públicos en desuso.

La Agenda Estratégica de Cultura es el proyecto del plan estratégico 2020 orientado a gestionar “el Alma de Santiago” para que ese estilo de ser santiaguero que históricamente se identifica con trabajo, autonomía, innovación y corresponsabilidad coloque a Santiago en el mapa de las ciudades del mundo que trabajan en gestión cultural y desarrollo. Ciudades que convergen en CIDEU y se convierten en referencia para ONU-Hábitat, Banco Mundial, Banco Interamericano para el Desarrollo y varias fundaciones privadas que apoyan el desarrollo sostenible.

El poder de la cultura para asegurar inclusión social facilita que ésta genere productos de calidad que aseguren un dinámico mercado cultural donde artes visuales y escénicas concurren en el apoyo a las industrias creativas y aprovechan los espacios públicos dotados de equipamientos. La Agenda Estratégica consensuará proyectos que fortalecen el urbanismo incluyente, impulsan una nueva animación sociocultural participativa de artes visuales y escénicas que movilizan la ciudadanía excluida, con la realización de murales urbanos participativos, que genera centros culturales innovadores y que fortalece los existentes.

Proyectos que evidencian cómo el espacio público crea oportunidades lúdicas, de gozo, diversión, ocio, empleo, educación y salud. Animaciones que realizadas en entornos seguros, con una paisajística atractiva donde el poder de la comunidad crea nuevos valores democráticos y consolida los existentes. Santiago por encima de las demandadas obras de infraestructura, se piensa y desarrolla en este siglo XXI, como una Ciudad con Alma para la Vida en Democracia.