SANTIAGO.  Aunque para el general de brigada Francisco Rohmer López, director Regional Cibao Central de la Policía Nacional, la delincuencia está controlada, los santiaguenses insisten en que los robos y asaltos a mano armada  han aumentado drásticamente en los últimos meses.

Sostienen que la inseguridad los aleja de sus actividades cotidianas y advierten que los asesinatos, robos y atracos en residencias y lugares públicos se han vuelto normales en esta ciudad, donde en lo que va de mes en la fiscalía se han reportado cientos de casos.

El empresario Carlos Fondeur expresó que ellos, en el Plan Estratégico de Santiago, están muy preocupados por la delincuencia. “Anteriormente se llamaba crimen por encargo o sicariato, creo que es un término superado gracias al trabajo que  hicieron las autoridades competentes. Pero resulta que de nuevo nos  vemos afectados por la delincuencia  común y estamos muy preocupados porque son delincuentes que andan armados”, dijo.

Considera que todo se debe a la ausencia de una autoridad;  cree que el trabajo no se   hace de manera adecuada.

Hizo una llamado   al jefe de la Policía, mayor general José Armando Polanco Gómez,  para que devuelva la vigilancia y  la autoridad  a Santiago, ya que insistió  en que el dominicano tiene que sentir  que lo están protegiendo.

 “Nosotros estamos desprotegidos de todo y tenemos el problema que todo aquel que hace  una fechoría solo si mata a alguien es que lo van a buscar y si no es de esa manera nunca sabemos quiénes son los que están dañando la tranquilidad de todo un pueblo”, sostuvo.

Necesitan energía.  Uno de los problemas que inciden en la delincuencia es la oscuridad, dicen los santiaguenses, ya que la  falta de alumbrado público es propicia para que los delincuentes tengan campo libre para actuar.

Un ejemplo de lo que sucede es Las Colinas, donde se encuentran a oscuras y en lo que va de semana han ocurrido 10 atracos a mano armada, dos asaltos con muertes  y  robos incontables a propiedades.

Ramón Pérez comenta que   cuando comienza a oscurecer las calles   son  intimidantes, lo que causa temor en la población, sobre todo  a aquellos  que  salen más tarde del trabajo.

De acuerdo a la versión de algunas personas de  sectores como El Invi, Tierra Alta y Las Bromelias, en esas zonas   están cansados de llamar a Edenorte para que les solucione el problema de las lámparas y nunca  les hacen caso.

Por esto es que los vecinos se encuentran más angustiados, ya que no desean esperar a ser víctimas de un asalto o un ataque inesperado.

Estudiantes.  Para  el  rector de la Universidad Issa, Benito Ferreira, este tema es de gran preocupación. De hecho, dijo  que cientos de estudiantes le han externado su inquietud en torno a este tema. “Los niveles de delincuencia que está generando la sociedad no pasa desapercibida para nosotros en la universidad. Eso nos obliga a reflexionar y creemos que el alto índice de desempleo es una de las causas principales sin obviar que en las familias es donde nace el problema que no es tan sencillo”, señala el catedrático.

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Habla la Policía

A pesar de la queja de los ciudadanos, Rohmer López sostiene que han mantenido a raya a los delincuentes y que  tienen la   ciudad bajo control. Sostiene que  diariamente realizan intervenciones policiales en los barrios y urbanizaciones y que tienen  patrullaje permanente en el centro histórico de Santiago, donde decenas de delincuentes han sido apresados y han incautado  varias armas y porciones de drogas. Afirmó que   el trabajo policial ha sido respaldado por las autoridades del Ministerio Público.