POR RICARDO RODRIGUEZ ROSA
SANTIAGO.- Los santiagueros, afectados materialmente por las inundaciones provocadas por la riada del Yaque del Norte, comenzaron lentamente ayer a recomponer sus viviendas y negocios. De esa forma  daban inicios al pesado proceso de recomponer sus vidas con lo poco que pudieron salvar del desastre que iniciaron las lluvias ocasionadas por la tormenta Olga.

De su lado, las personas que se encuentran en calidad de damnificadas en varios lugares de la ciudad, empezaron a media mañana a ver fluir las ayudas provenientes de empresas privadas e instituciones públicas, consistentes en productos comestibles, colchones, frazadas y ropas.

Tras la casi normalización del caudal del Yaque del Norte, los residentes en sectores como Cambronal, Hospedaje Yaque, Bella Vista, La Joya, Barrio Tabacalera, Baracoa, ensanche Bermúdez y Rafey, lograron ingresar a sus casas, percatándose por vez primera de la cruda realidad que dejó el desborde del principal río del país.

Para miles de familias, a quienes el agua dañó sus propiedades, era la primera vez que vivían una experiencia de esa naturaleza, y nunca pensaron que una tragedia de esa magnitud las iba a golpear tan fuerte, especialmente porque viven en áreas relativamente distantes del río.

A la mayoría de ellos los sorprendió la crecida mientras dormían en las primeras horas de la madrugada del miércoles y la desesperación e impotencia se apoderó de ellos en el acto, cuando, al levantarse se encontraron no só lo con que ponían sus pies en el agua que anegaba sus casas, sino que sus pocas o muchas pertenencias ya habían sido dañadas.

Pero ayer comenzaron a reponerse del asombro y el daño,y  aprovechando que las aguas dejaron de ser visitantes no deseadas en sus propiedades, comenzaron la difícil y pesarosa tarea de restaurar lo poco que soportó la inundación, comenzando con sus colchones, muebles y ropas. Los enseres electrodomésticos habrán de ser probados más adelante, con la esperanza de que vuelvan a funcionar.

Luego de esa tortuosa labor, los afectados empezaron entonces a sacar de sus casas y establecimientos comerciales el lodo dejado en el interior. En esa tarea se ha manifestado la solidaridad de los vecinos que fueron afectados en menor medida, quienes, con palas en manos, ayudan principalmente aquellas familias con pocos integrantes.

Palas mecánicas, tractores, camiones y camionetas puestas a disposición de ellos, tanto por instituciones públicas como privadas, han significado para los afectados una gran ayuda pero, aún así, la tarea se torna agotadora, por lo que habrá de esperar varios días más para que  esos barrios retornen a la normalidad.

LOS DAMNIFICADOS

Varios refugios han sido habilitados por las autoridades gubernamentales, en lugares próximos a los barrios más castigados por la riada del Yaque del Norte, donde las ayudas comenzaron a fluir ayer, para tranquilidad de los damnificados, quienes denunciaron que comenzaron a recibir alimentos 24 horas después de ser llevados a esos lugares.

Ayer tarde algunos niños tuvieron que ser llevados de urgencia a centros médicos públicos, especialmente a consecuencia de problemas estomacales, donde comenzaron a ser hidratados.

Abel Martínez, diputado del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en esta provincia y responsable del refugio improvisado en el polideportivo del club Gregorio Urbano Gilbert, del ensanche Libertad, contrario a la queja de los ubicados allí, aseguró que el gobierno ha dado rápida respuesta a las necesidades de las más de 700 personas llevadas al lugar desde el barrio Rafey.

Dijo el legislador que las autoridades están dando fiel cumplimiento a la promesa hecha el pasado martes  por el presidente Leonel Fernández quien, al visitar ese refugio, garantizó la mano solidaria del gobierno. El siguiente paso será realizar un censo, con el objetivo de reparar las casas que lo ameritan y reconstruir las irremediablemente dañadas, para lo cual llegarán en las próximas horas técnicos y brigadas del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI).