Santo Domingo: ¿ciudad educadora?

Santo Domingo: ¿ciudad educadora?

No todo se aprende en la escuela, ni en la familia: la ciudad de nuestra infancia es recordada por múltiples razones. No importa el lugar, el continente, aprendimos todos de lugares amigables, de vecinos complacientes, de casas abiertas. Así supimos de conceptos fundamentales sin maestras, convivencia, solidaridad, tolerancia. Todos los espacios cumplieron su función, el silbido del tren, el humo de su chimenea, los terrenos baldíos, las calles, el mercado, el vendedor de leche, el del periódico, el paso de un cortejo fúnebre silencioso e inoportuno en medio de la vida. Y me pregunto, en este fin de año, ¿en qué Santo Domingo puede ser educadora, en estos años?

 Es necesario identificar las formas y dinámicas de sociabilidad que son propias de la ciudad y los procesos educativos que inducen, de forma que pueda ser enunciada como “ciudad educativa”. La educación permanente es como clave de la ciudad educadora en base a tres criterios: 1º  la educación y la escolarización requieren una mayor diferenciación; 2º  como resultado de la diversificación y ampliación de los procesos educativos, la escuela es sólo uno más de los ámbitos existentes y 3º es  necesaria una acción sistemática entre diferentes ambientes y contextos de aprendizaje, pero también, entre el sistema educativo con otros como el político, cultural y económico.

El problema de la ciudad educativa emerge de la necesidad de “reactivar” las posibilidades educativas y socializadoras de la ciudad (el escenario social por excelencia de la contemporaneidad). Estas nuevas prácticas educativas son parte constitutiva de las dinámicas culturales contemporáneas y multiplican sus efectos en el tiempo y en los espacios citadinos con tal versatilidad, que han dado lugar a nociones como “aprendizaje permanente”, “sociedad del aprendizaje” o “sociedad educativa”.

La ciudad como entorno, vehículo y contenido de educación: se aprende en la ciudad y de la ciudad, y por ello se estaría aprendiendo la ciudad misma, pues acoge y entremezcla  educación formal, no formal e informal y aglutina instituciones estrictamente pedagógicas y situaciones educativas ocasionales. El medio urbano es un emisor de información y de cultura y de una  red de relaciones humanas que pueden ser socializadoras y educativas, resultado de relaciones entre personas y elementos culturales, que facilitan la creatividad y la adquisición de información. Y me pregunto ¿Qué se aprende en y de la ciudad de Santo Domingo, en estos momentos? Mediten.

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