Puerto Príncipe.  EFE.  El presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, concluyó ayer en Haití, a una semana de su investidura, su primera gira por América Latina, marcada por la ruptura de relaciones diplomáticas entre su país y Venezuela, un tema sobre el que el ex ministro de Defensa evitó pronunciarse.

Santos, quien el próximo 7 de agosto sucederá en el cargo al mandatario colombiano, Álvaro Uribe, se entrevistó en privado con el presidente haitiano, René Préval, en la sede del Ejecutivo local, en el marco de la visita de un día que realizó al empobrecido país.

Santos y Préval trataron acerca de la situación de Haití tras el terremoto del 12 de enero, que causó 300,000 muertos, otros tantos heridos y 1,5 millones de damnificados, la mayoría de los cuales malviven desde entonces en cientos de campamentos improvisados.

Aunque la Presidencia haitiana no reveló, de momento, los detalles de la entrevista, la emisora local Radio Metropole informó de que los dos políticos conversaron acerca de la ayuda colombiana al proceso de reconstrucción de Haití.

Según la emisora, Santos y Préval analizaron los principales proyectos de ayuda que Colombia lleva a cabo en Haití, entre ellos un programa de vivienda en la zona de Cabaret (24 kilómetros al norte de Puerto Príncipe), que resultó enormemente afectada por el terremoto.

El mandatario electo se comprometió a reforzar la cooperación de su país en la lucha contra las drogas en Haití, agregó la fuente.

En la reunión también se discutió la posibilidad de que expertos colombianos ofrezcan asesoría a funcionarios de la Dirección de Protección Civil local en materia de respuesta a desastres naturales.