Santuario de Nuestra Señora de la Altagracia en Santo Domingo

Santuario de Nuestra Señora de la Altagracia en Santo Domingo

Leonor Asilis

La imagen de la Virgen de la Altagracia y su devoción en la ciudad capital, tuvo por sede la antigua capillita del hospital San Nicolás de Bari dispuesta por decisión de Nicolás de Ovando

Sus trabajos se iniciaron en el 1503.

También Ovando, años más tarde fundo a su lado el primer Hospital del Nuevo Mundo, con el nombre de Hospital de San Nicolás.

Estos datos fueron encontrados en el Archivo General de Indias de Sevilla, donde narran sobre el origen del primer hospital de América y de su capilla adjunta.

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Templo. Fuente externa.

En 1550 la imagen de la Purísima a quien estaba dedicada la primitiva Capilla pasó a la nueva iglesia del hospital, y la Altagracia quedó en esta Capilla como única dueña y señora; como patrona de la misma; llamándose desde entonces capilla de nuestra Señora de la Altagracia.

Me encantaron las palabras de su rector, Padre Nelkys Acevedo en ocasión de la apertura del año jubilar Altagraciano quien asegura que, si la palabra Santuario se interpreta en el sentido estricto, o sea, “lugar sagrado”, objeto de cultos extraordinarios, lugar de peregrinaciones y desde el cual el Cielo ha otorgado especiales favores a los devotos, y continuo citando sus palabras, podemos y debemos recordar los varios episodios de prueba pasados por esta Capilla de la Altagracia a través de los casi cinco siglos de su existencia (en 1586 Francis Drake la incendia, en 1898 el General y presidente Lilí la hipoteca) pruebas siempre superadas por el triunfo y por una extraordinaria protección celestial…, se convence uno de que este lugar fue expresamente escogido por la Señora, para recibir a través de las centurias pasadas y venideras, un especialísimo culto en nuestra Ciudad Capital

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La Virgen de la Altagracia ha escogido siempre este humilde rinconcito de la calle Mercedes. Quizás esta sea la razón por lo cual se Corona Canónicamente en 1922 la Imagen de Nuestra Señora de la Altagracia en la Ciudad Capital y la razón de porqué se levantó en su honor, la única iglesia de la zona que no posee un estilo arquitectónico colonial y la única Iglesia moderna levantada en dicha Zona.Ubicada en la calle Hostos a esquina calle Las Mercedes, fue construida por expreso deseo de Monseñor Adolfo Alejandro Nouel, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo (cuyos restos por deseo propios descansan en la antigua Capilla), fiel devoto de Nuestra Señora de la Altagracia. 

Su construcción se inició en el año 1912, sobre la capilla que fue parte del Templo y Hospital de San Nicolás de Bari. 

La bendición y dedicación del templo se llevó a cabo el día 17 de agosto de 1922, dos días después de la Solemne Coronación Canónica de NUESTRA SEÑORA DE LA ALTAGRACIA. 

Desde ese momento el SANTUARIO NUESTRA SEÑORA DE LA ALTAGRACIA forma parte integral de la vida de fe de los habitantes de la ciudad capital y ciudades cercanas, que no pudiendo peregrinar hasta el Santuario Nacional en Higüey, por diversas razones, acuden aquí a mostrar su amor y fervor hacia Nuestra Madre. 

Al ser inaugurado, fue nombrado capellán del Templo, el Reverendo Padre Canónigo Jacinto Ravelo. Desde ese año (1922) hasta mayo de 1997, el Templo fue encargado a los HIJOS DEL CORAZON DE MARIA (PADRES CLARETIANOS). En el año 1967, siendo Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito Arzobispo de Santo Domingo, fue elevado a Parroquia, con todas las atribuciones correspondientes. 
Más tarde, en 1991 es declarado por Su Eminencia Reverendísima Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, en aquel entonces Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, SANTUARIO ARQUIDIOCESANO.

El enviado del Papa Francisco S.E.R. Monseñor Edgar Peña Parra para la celebración de la clausura del año jubilar Altagraciano (15 agosto pasado) también lo estuvo junto al Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo S.E.R. Monseñor Francisco Ozoria y demás obispos y sacerdotes concelebrantes para el centenario de la dedicación del Santuario de Nuestra Señora de la Altagracia en Santo Domingo.

Monseñor Edgar Peña Parra recordó en su homilia que estamos llamados a construir la Iglesia según el plan de Dios y, con su gracia, a transformar la cultura de la muerte en una cultura de la vida.

Al final de la celebracion dono al Santuario un bello Rosario de parte del Papa Francisco a la sagrada imagen del Santuario como muestra de su gran amor y devoción, el cual fue recibido por su Rector, el Reverendo Padre Nelkys Acevedo quien agradeció con bellas palabras a seguidas de su colocación.

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