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SAO PAULO (AFP).- La guerra entre el crimen organizado y la policía cobró ayer, jueves, en su sexto día de terror, 15 víctimas fatales, para elevar a 170 el número total de muertos en el estado de Sao Paulo, mientras surgieron denuncias de la irrupción de comandos parapoliciales.
El temor retornó después que diversos atentados contra objetivos policiales y civiles durante la madrugada en diversas ciudades del estado dejaron un saldo oficial de 15 muertos (14 atacantes y un policía), 28 ómnibus incendiados y dos domicilios de agentes del orden baleados.
La ola de violencia y motines carcelarios desatada el viernes por la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC) dejó hasta el jueves -según datos oficiales- 170 muertos (107 sospechosos, 41 policías, 18 presos y 4 transeúntes) en 293 atentados.
El gobernador de Sao Paulo, Claudio Lembo, reiteró que la situación estaba bajo control, pero hubo atentados en Campinas, Sao José de Rio Preto, Osasco, Guarulhos, Sao Paulo y otras ciudades, según imágenes mostradas por la televisión.
En los últimos tres días las mayoría de las víctimas fatales fueron sospechosos de integrar los grupos mafiosos, en tanto testigos de los hechos dijeron que algunos de ellos fueron eliminados por encapuchados.
En medio de los ataques criminales, la supuesta aparición de escuadrones de la muerte, con matanzas paralelas a la ofensiva oficial contra el crimen y no contabilizadas en el balance de los enfrentamientos, preocupa a la policía y a movimientos humanitarios.
Nos preocupan los asesinatos por encapuchados. Todos los homicidios no esclarecidos, que la policía no asume, puede tratarse de comandos paralelos o de policías vengando a sus colegas, dijo a la AFP el auditor de la Policía, Antonio Funari Filho. responsable de recoger denuncias de la población.
Ariel de Castro Alves, coordinador paulista del Movimiento Nacional de Derechos Humanos, denunció asimismo que grupos de exterminio encapuchados están operando en la ciudad.
Pero el comisario Godofredo Bittencourt señaló que la policía no vive de venganza, eso no existe.
El canal de televisión Bandeirantes difundió la grabación de una entrevista a un presnto preso que se identificó como el jefe del PCC, Marcos Camacho, alias Marcola, quien desde la cárcel advirtió que su grupo está preparado para mucho más.
En la grabación, el entrevistado dijo que la ofensiva fue ordenada por haberse ignorado reclamos en favor de los derechos de los presos. Estamos preparados para mucho más, tenemos condiciones para mucho más, agregó.
La Secretaría de Administración Penitenciaria (SAP) repudió la difusión por el canal de falsas declaraciones y advirtió que emprenderá acciones legales.
Tenemos absoluta certeza de que Marcola no tiene acceso a ningún teléfono, dijo a la AFP un vocero de la SAP, al recordar que Camacho está en régimen de aislamiento en el presidio.
La SAP dijo que también demandará a otro canal que difundió declaraciones atribuidas a otro líder del PCC, que también consideró falsas.
Bittencourt, que dirige las investigaciones contra el crimen organizado, se mostró sorprendido por la presunta entrevista. Todo ocurre. Lo normal es que no se hubiera realizado, pero también era normal que no se vendieran mis declaraciones, señaló.
El policía expuso la semana pasada en una sesión secreta de una comisión parlamentaria los planes para controlar las actividades clandestinas en las cárceles, pero la grabación de sus declaraciones fueron vendidas a la abogada de Marcola, según informó la propia comisión.
La grabación permitió que los líderes del PCC se enteraran de que iban a ser trasladados a cárceles de máxima seguridad y de inmediato lanzaron sus ataques a la policía y rebeliones en 73 de las 144 cárceles del Estado.
