Mientras centenares de personas se aglomeraban a las puertas de los pocos supermercados que lograron sobrevivir a los masivos saqueos del fin de semana, la localidad venezolana de Ciudad Bolívar intentaba el lunes volver a la normalidad.
Decenas de comercios destrozados y desvalijados, calles repletas de restos de basura, escombros y motocicletas quemadas, eran los vestigios de las violentas protestas en la capital del estado minero de Bolívar. A pesar de que las calles de la ciudad, de unos 700,000 habitantes, fueron tomadas desde la víspera por centenares de policías y militares, hasta cerca del mediodía del lunes todos los comercios permanecían cerrados por temor a nuevos saqueos. Austerio González, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Ciudad Bolívar, afirmó que entre los comerciantes aún hay mucho temor, y que están a la espera de que las autoridades garanticen las condiciones de seguridad para abrir sus locales. González dijo que la mayor preocupación del sector, además de las millonarias pérdidas por los destrozos, es que 80% de los comercios que vendían alimentos fueron saqueados, y que en los pocos que quedaron en pie, cientos de personas se formaron desde temprano a sus puertas a la espera de que abran. De acuerdo con estimaciones, más de 350 comercios fueron saqueados en Ciudad Bolívar.