Saquean camiones de ayuda en devastada ciudad de Cachemira

Saquean camiones de ayuda en devastada ciudad de Cachemira

Por SADAQAT JAN
MUZAFFARABAD, Pakistán (AP) _ Los hambrientos sobrevivientes no esperaron a que los camiones de ayuda enviados por Pakistán fueran descargados el martes en esta ciudad devastada por un terremoto. En cambio, asaltaron los vehículos, tratando de agarrar las botellas de agua y los cartones de alimentos que podían.

«­Necesitamos comida! ­Necesitamos comida!» gritaba un hombre desesperado.

Abastecimientos enviados por grupos de rescate están arribando a algunas zonas que fueron afectadas por el sismo del fin de semana. Además, ha comenzado a llegar ayuda internacional a Pakistán. Pero empleados de agencias de asistencia humanitaria, así como policías, tratan de impedir que las tareas de distribución se hundan en el caos.

Decenas de miles de personas murieron en el desastre del sábado, y millones se han convertido en refugiados, la mayoría en la región montañosa de Cachemira, que está dividida entre India y Pakistán. La vasta mayoría de las muertes ocurrieron en el lado paquistaní.

La escena en un estadio de fútbol, uno de seis puntos oficiales de distribución en la capital regional de Muzaffarabad, en la Cachemira controlada por Pakistán, muestra el grado de desesperación que existe.

Algunas personas intentaron subir a la parte trasera de camiones que traían ayuda mientras estaban en marcha. Algunos conductores abandonaron el área en lugar de dejar que las turbas asaltaran sus vehículos.

 

«No puedo esperar a que la comida sea distribuida de manera apropiada», dijo Ali Khan, un obrero de la construcción que apenas si ha comido en días. «Estoy desesperado por comida, y la tomaré».

 

Unos 10 camiones de la Fundación Edhi, la más importante organización de asistencia humanitaria de Pakistán controlada por empresas privadas, estacionaron cerca de un campo de fútbol y los trabajadores comenzaron a descargar arroz, azúcar, aceite comestible y cartones de agua potable. Pero los planes de una distribución ordenada rápidamente colapsaron cuando unas 300 personas se abalanzaron sobre los camiones y arrebataron las raciones de alimentos y de agua.

 

«No se trata de criminales. Son personas normales que tienen hambre», dijo el brigadier del ejército Ashraf Pabbasun. «A medida que llegue más ayuda, la situación mejorará. Sí, esto necesita ser mejor organizado».

 

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