Saquean restos de avión en Perú

Saquean restos de avión en Perú

PUCALLPA, Perú (AFP).- El escenario donde cayó el avión de la peruana Tans era dantesco: dos días después del accidente, fiscales y personal de rescate terminaron allí su tarea dando paso a la macabra labor de más de 1.000 personas que buscan entre los restos objetos de valor o dinero, ante la mirada impotente de la Policía.

   Hombres y mujeres de todas las edades, incluso niños, hurgaban en medio del fango de la zona conocida como La Florida, un lugar selvático y pantanoso cerca a Pucallpa, donde se estrelló el Boeing 737-200 de la compañía Tans que dejó 40 muertos y 58 sobrevivientes.

   El lugar se encuentra a pocos kilómetros de esta ciudad amazónica, en medio de humedales a los que se accede con relativa facilidad, lo que permitió que cientos de personas se aglomeraran desde temprano en la zona del desastre.

   La búsqueda era frenética. Se busca de todo, sobre todo los objetos de metal y especialmente los de aluminio.

   «Todo esto lo vendemos a los compradores de chatarra», dijo un adolescente de 16 años que dijo llamarse Pedro. «Esto ya no le sirve a nadie, nosotros tenemos que vivir de algo», dijo a modo de justificación.

   Junto a él un hombre de unos 40 años metía la mano en el fango tratando de sacar algo que tuviese valor. «Cualquier cosa puede servir, incluso si hay ropa se puede vender», apuntó.

   Los buscadores prefieren objetos metálicos livianos para así poder cargarlos y pasar sin problemas sorteando el pantano, en medio del cual se encuentra uno de los motores del avión, chamuscado y semienterrado en el barro, al que los saqueadores tratan de despedazar sin mayor éxito.

   Todos llegaron armados de machetes y la mayoría con botas de jebe (caucho) para no quedarse atascados en el barro, aunque muchos otros enfrentaban el bosque amazónico sin botas a riesgo de sufrir cortes.

   «Como nunca, mucha gente ha venido a comprar botas de jebe», comentó una vendedora del mercado principal de Pucallpa a un periodista que se aprestaba a internarse al lugar de la tragedia.

   Una de las causas de esta desesperada búsqueda era la posibilidad de encontrar dinero, más aún cuando se supo que al inicio del rescate de víctimas las autoridades lograron recuperar cerca de dos millones de soles (unos 600.000 dólares) que estaban destinados a un banco local.

   Varios testigos indicaron que la rapiña del dinero comenzó el miércoles tras los rumores, no confirmados por las autoridades, de que otro medio millón de soles de esa misma remesa no fue hallado.

   «Hay personas que han encontrado algo de dinero», confesó Etelvina T. «Pero quienes más han encontrado son los policías y militares que no dejaban entrar a la gente», añadió.

   Hasta el miércoles la zona estuvo dominada por los uniformados y acordonada debido a que las autoridades continuaban con la búsqueda de restos humanos. Pero este jueves ya fue imposible contener a la gente que desde el miércoles merodeaba por el lugar. Además, la parte del rescate ha concluido.

   Un policía que vigilaba el lugar dijo a la AFP: «ya no podemos evitar esto, somos pocos y como se puede ver, hay más de mil personas».

   Hacia el mediodía grupos de gente salían del lugar cargando toda clase de bultos en los hombros. Sillas, cables, pedazos de la estructura del avión, maletines desgarrados, ropa…

   Los policías intentaban detenerlos pero entonces los saqueadores optaban por escoger un camino más largo, trepando el monte o escondiendo los objetos bajo matorrales hasta que pasaran los agentes.

   El panorama en la zona del desastre contrastaba con el dolor que se vivía en múltiples hogares de Pucallpa, donde se velaban los restos de las víctimas.

   Los cortejos fúnebres comenzaban a circular por las calles de Pucallpa, en una dolorosa travesía hacia el cementerio local.

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