Sarah Palin, en sus manos encomiendan

Sarah Palin, en sus manos encomiendan

Después que los demócratas y republicanos se deshicieron de Hillary Clinton, era difícil imaginar que otra mujer ocuparía un lugar central en la campaña electoral, y mucho menos que le encomendarían tantas tareas.

Antes de aparecer Sarah Palin, la contienda prometía ser cerrada. Los vientos soplan en dirección de un triunfo demócrata por el descontento con Bush, la guerra en Irak y la precaria situación económica.

Pero John McCain, con su aura de independencia partidaria y héroe de guerra, ha logrado mantener niveles altos de apoyo, aunque pocas veces sobrepasara a Obama en las encuestas.

¿Qué buscan los republicanos con Palin, una neófita en la política nacional e internacional? Diversos son los posibles usos.

El primero es simbólico-político. Después de naufragar las expectativas de que el Partido Demócrata llevaría una mujer de candidata presidencial o vicepresidencial, el espacio quedó abierto para que los republicanos nominaran una candidata que pudiera atraer el voto de mujeres demócratas e independientes de inclinación conservadora.

El segundo es movilizar la base religiosa republicana que no quería a McCain. El conservadurismo social de Palin, opuesta al aborto y al matrimonio gay, energiza ese bloque electoral, crucial para hacer el trabajo de movilización de votantes conservadores en estados de contienda  como Ohio. Además, Palin es miembro de la Asociación Nacional del Rifle, que defiende rabiosamente el derecho a portar armas y constituye un bloque electoral republicano importante.

Tercero, Sarah Palin llega al escenario nacional con aura de reformadora. Se dice que como gobernadora, promovió la transparencia gubernamental y se enfrentó a líderes corruptos de su partido en Alaska. Eso aporta aire renovador a la anciana boleta republicana, en una contienda donde Barack Obama ha monopolizado el tema del cambio.

Cuarto, Palin proviene de un estado rico en petróleo, trabajó en la comisión de energía y apoya la apertura de las costas y algunas zonas protegidas a perforaciones petrolífera. Esto genera rechazo entre los ambientalistas, pero la mayoría del electorado norteamericano considera que Estados Unidos debe explotar más sus recursos petroleros y depender menos de los hidrocarburos importados.

Quinto, llega al escenario nacional con muestras de populismo económico. Aumentó los impuestos a las compañías petroleras en Alaska e hizo una devolución a la población para compensar por el aumento en los precios de la gasolina.

Sexto, con Palin los republicanos buscan reactivar la vieja ideología conservadora de que los pueblerinos como ella tienen valores sólidos, mientras la élite urbana es relativista y oportunista.

Séptimo, a pesar del tradicionalismo ideológico, la apariencia física y estilo político de Palin la ubican en la modernidad. Eso ayudará a atraer una fracción del voto juvenil que aún no ha desarrollado una fuerte afinidad con ningún partido político

Octavo, Palin puede generar muchos recursos económicos en los últimos dos meses de campaña. En el fin de semana de su nominación, McCain recibió alrededor de 10 millones de dólares en donaciones por el entusiasmo que generó su compañera de boleta.

Noveno, si el electorado conservador se moviliza a votar por Palin, los republicanos podrían moderar lo que se vaticina será una gran derrota de ese partido en el congreso. Décimo, con erotismo político, Palin le da sabor a la boleta republicana, de la misma manera que Obama lo ha hecho en la demócrata. La gran interrogante es si Sarah Palin, de corta experiencia política en su estado y sin ninguna a nivel nacional e internacional, podrá responder adecuadamente  a tantas demandas de un partido desgastado y desacreditado en el poder.

Su inexperiencia política también debilita el argumento que guió la campaña republicana hasta la convención: la experiencia de McCain versus la inexperiencia de Obama.

Ahora, ambos partidos luchan por convencer al electorado de que son portadores del “cambio”.

Si pasa la prueba en las próximas semanas, Sarah Palin será pieza clave para un triunfo republicano. Si no, ese partido posiblemente perderá y los cañones de culpabilidad se enfocarán hacia ella.

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