Sarcoidosis, un mal sin causas conocidas ni cura

Sarcoidosis, un mal sin causas conocidas ni cura

En el mundo existen diversas enfermedades crónicas y mortales, muchas de ellas nos resultan muy familiares, ya sea porque alguien cercano a nosotros las padece, porque hemos visto reportajes en canales especializados en medicina o  porque nos ha tocado ser portadores de las mismas.

No obstante, nos sorprende escuchar el testimonio de personas que sufren las consecuencias de  males muy poco comunes. Tal es el caso del famoso comediante de 50 años,  Bernie Mac, quien murió recientemente de sarcoidosis.

Ésta enfermedad, de nombre  tan inusual en nuestro entorno,  es desconocida para muchos, incluso para algunos médicos, que la mal diagnostican por falta de conocimiento, confundiendo sus síntomas con los que producen otros padecimientos.

Y es que la saicordosis se caracteriza  por masas inflamatorias anormales en ciertos órganos del cuerpo o del sistema nervioso. Aunque lo más común es que afecte los pulmones, también causa daños al hígado, los riñones, la piel, los ojos, la boca, la nariz, el corazón y los huesos.

Como todas las dolencias  que no hacen distinción de raza, color, género, estatus social o edad, ésta se presenta en individuos de todos los continentes, incide en  adultos entre 20 y 40 años de edad,  principalmente en las mujeres, y es rara en niños pequeños.

Algunos individuos con sarcoidosis no presentan síntoma alguno, otros en cambio, pueden estar gravemente enfermos, con complicaciones en varios órganos a la vez. La mayoría de los pacientes se quejan al inicio de una tos seca, persistente, fatiga y falta de aire. Otros signos pueden incluir tumoraciones o parches rojizos dolorosos a nivel de la piel, lagrimeo, enrojecimiento ocular y visión borrosa, articulaciones dolorosas e inflamadas y pérdida de peso.

También, hígado y ganglios aumentados de tamaño en el cuello, axilas e ingles, en el tórax y alrededor de los pulmones; endurecimiento nasal, ronquera, cálculos renales, arritmias cardíacas, pérdida de la audición, meningitis, convulsiones o trastornos siquiátricos como demencia, depresión y psicosis.

Teorías
Aunque no se ha determinado la causa,  existen teorías  que le atribuyen el  desarrollo de sarcoidosis a la exposición ambiental,  a una  tendencia genética (hereditaria), una infección viral, sobreactividad del sistema inmunológico o una combinación de estos factores.

Como tratarla
A pesar de no ser contagiosa, la sarcoidosis no se cura, pero  se controla.

Puede mejorar por sí sola o puede empeorar con el tiempo, y los medicamentos por  lo general  resultan muy costosos.

Los esteroides suelen ser el tratamiento más usado, pero en pacientes gravemente afectados se utilizan fármacos inmunodepresores, tales como el metotrexato, la azatioprina y la ciclofosfamida. 

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Manifestaciones a nivel de piel y más
Según Sandra Cabrera, en piel puede producir abultamientos, placas infiltradas que van desde un color amarillo ocre hasta un color violáceo. Puede aparecer sobre cicatrices que el paciente tenga. Por ejemplo: si fue vacunado contra la tuberculosis, en esa cicatriz que está en el tercio superior del brazo, puede aparecer, y se puede confundir con espinillas y con acné. Y cuando afecta los   riñones y el hígado, en muy raras ocasiones, algunos individuos con insuficiencia orgánica irreversible requieren un trasplante.

El especialista

Sandra cabrera

Dermatóloga y cosmética

Casos en República Dominicana

Esa enfermedad no es tan frecuente en el país,  y casi nunca se diagnostica, porque la mayoría de los médicos no conocen mucho de ella. Sin embargo,  los dermatólogos si la identifican, pues de un 20 a 35 % de los síntomas aparecen en  la piel. Y para determinarla se hacen biopsias.

Las claves

1. Buenas prácticas de salud
Para que el tratamiento sea efectivo, debe ir  acompañado de hábitos saludables, que incluyen visitar regularmente al médico, comer una dieta bien balanceada que tenga variedad de frutas y verduras frescas. 

2.  Más recomendaciones
Tomar de 8 a 10 vasos de agua por día, dormir de 6 a 8 horas cada noche, hacer ejercicios en forma regular, dejar de fumar, controlar y mantener su peso. Cuando el tratamiento se hace necesario, sólo el médico puede prescribir.

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