El sargento Augusto Luciano Familia reveló que la fiscal Giselle Reyes Díaz, a quien lo acusan de asesinar, le confesó a raíz de la denuncia de casos de corrupción que hizo sobre autoridades de Monte Planta, que estaba advertida “de que le darían para los refrescos”, lo que en el argot del bajo mundo significa una amenaza de muerte o algún tipo de daño.

 Instó a las autoridades del Ministerio Público de la provincia Santo Domingo investigar este elemento. Sobre los dos hombres apresados por estar involucrados en el crimen, dijo que uno fue herido por él, por haberlo enfrentado, y que el otro, el de tez blanca, tomó a la fiscal como escudo, en el momento de la agresión.

Indicó que nunca regresó con Giselle a la casa de su madre Milagros, como ésta reclama, porque creía que la fiscal se había adelantado a su residencia.

 Además, sostuvo que le sugirió a la madre de la fiscal llamar a Giselle a su celular, puesto que la mujer portaba el celular de él.