Sarkozy no convence en los sondeos y sus rivales le ven con ánimo de revancha

Sarkozy no convence en los sondeos y sus rivales le ven con ánimo de revancha

París. La esperada comparecencia televisada del expresidente francés Nicolas Sarkozy para explicar su futuro político arroja un balance mitigado en los sondeos, mientras que sus rivales a la izquierda y a la derecha consideran que es el mismo de antes y que regresa con ánimo de revancha.

“Nada ha cambiado, ni las ideas, ni la manera de presentarse”, dijo la ultraderechista Marine Le Pen a primera hora de la mañana de hoy en “BFM TV” sobre la entrevista televisiva de 45 minutos que anoche ofreció Sarkozy en la cadena pública “France 2”, dos días después de anunciar que optará al liderazgo de los conservadores franceses.

El que fuera presidente de Francia entre 2007 y 2012, que había prometido retirarse de la vida pública si no resultaba elegido para un segundo mandato, se presentó ante los franceses como la única “alternativa” existente.

Sarkozy dijo que no quiere que sus conciudadanos estén obligados a elegir entre el “espectáculo humillante” de su sucesor, el socialista François Hollande, y el “aislamiento” que implicaría para Francia una victoria de Frente Nacional de Le Pen, el partido más votado en el país en las elecciones al Parlamento Europeo (PE) del pasado mes de mayo.

El marido de la exmodelo y cantante Carla Bruni, imputado por “corrupción activa”, aseguró en una intervención que siguieron 8,5 millones de telespectadores y que lideró la audiencia de su franja horaria, que regresaba por motivación, pero también porque no puede dedicarse a llevar una vida cómoda mientras sus compatriotas se ahogan en la “desesperanza».

“No solo tengo ganas de volver, sino que no tengo elección”, dijo Sarkozy, que buscó dar la imagen de un político renovado, menos impetuoso y personalista.

No fue la impresión con la que se quedaron sus conciudadanos, a tenor de las encuestas difundidas hoy, ni sus oponentes ideológicos, pero Sarkozy ha logrado, de nuevo, situarse en el centro del debate político con esa nueva entrega de un retorno anunciado y cuidadosamente calculado.

“He visto tres cosas en su intervención- vuelve con rencor en el corazón y revancha en la mente. Segundo, su programa es él y su balance son los demás”, declaró hoy el máximo responsable del gobernante Partido Socialista (PS) francés, Jean-Christophe Cambadélis.

El primer secretario del PS agregó que Sarkozy, de 59 años, ha sido “candidato a la presidencia de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) durante 48 horas” y luego ha arrancado con la campaña de cara a las elecciones presidenciales de 2017.

“No se le ha escapado que hay un gran sentimiento de ‘islamofobia’ en Francia que intenta acariciar”, agregó Cambadélis, antes de que comenzaran a difundirse las primeras encuestas sobre el regreso a la televisión del Sarkozy más político. El expresidente no convenció al 55 por ciento de los franceses, según una encuesta publicada hoy por el diario “Le Parisien”, que arroja que solo persuadió al 45 % de sus conciudadanos.

Sin embargo, Sarkozy sí dejó una buena impresión casi unánime entre los simpatizantes de derecha, familia política a la que aspira a dirigir y entre quienes el 73 % dijeron encontrarle convincente.

Al contrario, el 90 % de quienes se declaran simpatizantes de izquierdas no aprobaron al expresidente en su comparecencia, según ese sondeo, realizado hoy por el instituto demoscópico Odoxa sobre una muestra representativa de 1.007 franceses mayores de 18 años.

Esa encuesta arroja que el 67 % de sus conciudadanos creen que Sarkozy vuelve a la vida pública por revancha personal y no porque tenga un proyecto político para Francia.

Incluso entre los simpatizantes de derecha hay un 41 % que opina en ese sentido, mientras que es la sensación mayoritaria en la izquierda (93 %).

Otro sondeo publicado también hoy y elaborado por BVA para la cadena “Public Sénat”, ofrece resultados similares sobre la entrevista de Sarkozy y precisa que los franceses prefieren que sea el exprimer ministro Alain Juppé quien represente a la derecha francesa en las elecciones de 2017.

Juppé logra un 40 % de aprobación, frente al 27 % de Sarkozy, el 10 % del extitular de Agricultura Bruno Le Maire y el 9 % del exprimer ministro François Fillon.

No obstante, Sarkozy goza del apoyo del 65 % de los simpatizantes de la UMP, partido que quiere dirigir, renombrar y reorganizar antes de declararse oficialmente candidato para 2017.

El entorno de sus rivales a tomar las riendas de esa formación, que atraviesa horas bajas, dijeron que ni Juppé ni Fillon tuvieron ocasión de ver a Sarkozy ante las cámaras de televisión.

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