Sarkozy propone retirar la nacionalidad francesa a criminales extranjeros

Sarkozy propone retirar la nacionalidad francesa a criminales extranjeros

Francia, AFP) – El presidente Nicolas Sarkozy propuso hoy retirar la nacionalidad francesa a criminales de origen extranjero en el marco de su «guerra nacional» contra la delincuencia que incluye revisar las prestaciones que reciben los inmigrantes sin papeles.

«Vamos a revaluar los motivos por los cuales se puede despojar de la nacionalidad francesa. Asumo mis responsabilidades», declaró el jefe de Estado francés en Grenoble (sureste) en el acto de investidura del nuevo responsable departamental luego de apartar al anterior a raíz de disturbios en un barrio periférico tras la muerte de un joven delincuente baleado por policías.

«La nacionalidad debe poder ser retirada a toda persona de origen extranjero que haya atentado voluntariamente contra la vida de un policía, un gendarme o cualquier representante de la autoridad pública», sostuvo Sarkozy junto a la ministra de Justicia, Michele Alliot Marie, y de Interior, Brice Hortefeux.

«La nacionalidad francesa se merece. Hay que poder ser digno» de ella, afirmó Sarkozy antes de reiterar que a partir de septiembre el Parlamento debatirá la instauración de una pena de cárcel de 30 años sin conmutación posible para «los asesinos de policías o gendarmes».

Sarkozy había hecho ese anuncio en marzo tras la muerte del policía francés Jean Serge Nerin en un tiroteo con un comando de la organización separatista armada vasca ETA a 50 km de París.

«La guerra que he decidido entablar contra los traficantes, contra los sinverguenzas, valdrá durante varios años (…) Es una guerra nacional», sostuvo Sarkozy en términos similares a los que usó luego de tres noches seguidas de violencia callejera con coches calcinados, tiendas destrozadas y disparos con balas reales contra policías en el barrio de la Villeneuve, en Grenoble.

El otro episodio violento tras el cual el presidente francés habló de «guerra» contra la criminalidad, ocurrió la noche del 18 de julio en Saint Aignan, un pueblito del centro del país, donde unos 50 gitanos destrozaron la gendarmería tras la muerte de un joven contra quien disparó un policía que lo acusó de saltarse un control.

Dos días después de una reunión de alto nivel que convocó para hablar de los «problemas que plantean algunos» gitanos, a la cual no fue invitada ninguna asociación que los represente, Sarkozy repitió que su gobierno «pondrá fin a los campamentos salvajes de gitanos» porque son «zonas donde no existe el derecho que Francia no puede tolerar».

De las 400.000 personas que forman la comunidad gitana en Francia, el 95% son francesas y el resto son de origen rumano, búlgaro y balcánico, muchos de los cuales están en situación irregular.

«Quiero que se evalúen los derechos y prestaciones a las que tienen acceso los extranjeros en situación irregular», sostuvo Sarkozy cuando faltan menos de dos años para la próxima elección presidencial.

En Francia la inmigración «no está regulada lo suficiente desde hace 50 años» y el modelo de integración francés ha sido un «fracaso», afirmó Sarkozy.

La Liga de Derechos Humanos (LDH) lo acusó inmediatamente de agitar «los eslóganes de los años 30» sobre los extranjeros que consideró «la manera más insoportable de avivar el odio».

El responsable de esa entidad opinó que «hacer un discurso sobre la delincuencia centrado en retirar la nacionalidad y en la inmigración, después de haber tenido una reunión sobre los gitanos, es asimilar los extranjeros (…) a quienes le quitan el pan a los franceses».

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