PARIS.  AFP.  El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el canciller brasileño, Celso Amorim, coincidieron ayer en París en la necesidad de trabajar con otros países para transformar «sustancialmente» la estructura mundial y hallar soluciones globales a los problemas del Planeta.

 «Hablamos de cómo reforzar las relaciones Francia-Brasil, no para seguir avanzando en un plano bilateral, sino para trabajar junto a otros en la trasformación de la estructura mundial», dijo el jefe de la diplomacia de Brasil, de visita oficial en Francia.

 Francia y Brasil son partidarios de modificar algunas organizaciones internacionales como, por ejemplo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o el G8 (grupo de los países más industrializados) para ampliar el número de sus miembros.  Los dos países «quieren que haya un cambio real (…) que esos cambios se hagan de manera lógica y que lleguen naturalmente como ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial», explicó el canciller brasileño. 

«No queremos cambiar todo, pero queremos cambiar sustancialmente», precisó Amorim.