POR LEONORA RAMÍREZ S.
El 2008 comienza con el lastre de dos tormentas, cuyos daños humanos y materiales pondrán a prueba la capacidad de respuesta del Gobierno, en un año electoral en el que se destinarán más RD$70,000 millones, del presupuesto de gastos públicos, para el pago de la deuda pública.
Los primeros 121 días de este año bisiesto serán cruciales para el presidente Leonel Fernández, pues en su rol de candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) necesita cumplir con promesas que superan las expectativas de un proceso comicial ordinario.
Las tormentas Noel y Olga, que azotaron el país entre octubre y diciembre de 2007, dejaron contra la espada y la pared a un presidente que pretende reelegirse, y que debería satisfacer las demandas de miles de damnificados que viven en zonas vulnerables o forman parte de los cordones de miseria que se multiplican en cada provincia.
A su paso por el país, al final de la temporada ciclónica que concluye el 30 de noviembre, Noel dejó un saldo de 84 muertos y 48 desaparecidos, 46 puentes y carreteras afectados, 392,102 tareas inundadas, y daños a las presas y canales de riego que superan los RD$700 millones.
Entre demanda y disponibilidad
A raíz de ese impacto, Fernández dijo que se ejecutaría un proceso de desalojo de las personas que viven en zonas vulnerables, lo cual implica la reubicación de más de 600 mil familias.
Pero ese es un proceso de largo plazo que, según Joaquín Gerónimo, director del Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (CONAU), se haría en más de una gestión gubernamental con una inversión equivalente al presupuesto nacional.
El presupuesto de 2008 asciende a RD$300,889.2 millones, y de esos RD$21,000 millones son para el subsidio al sector eléctrico y RD$5,000 millones para la subvención al consumo de Gas Licuado de Petróleo (GLP).
UNA TORMENTA LLAMADA PRESUPUESTO
La naturaleza, no conforme con la embestida de Noel, envió fuera de temporada a la tormenta Olga, que produjo intensas lluvias en el Cibao Central, lo cual obligó a las autoridades a desaguar la presa de Tavera.
La cuestionada medida provocó la inusual crecida del río Yaque del Norte, dejando como secuela inundaciones en Santiago, el Bajo Yuna y la Línea Noroeste.
Las autoridades reportaron la muerte de 28 personas, 9,834 viviendas afectadas, y millonarios daños a la agricultura. De hecho, Fernández ordenó la entrega de RD$1,500 millones para ayudar a los productores agropecuarios de la Línea Noroeste.
Pero otra tormenta llamada presupuesto nacional dejó entrever los límites económicos de un gobierno al que le llueven las críticas por el tema de la calidad del gasto.
Para justificar los recortes, el mandatario refirió, el 23 de diciembre, cuando repartía canastas navideñas en San Juan de la Maguana, que «este es un país intervenido económicamente» por el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, al presidente se le echa en cara que haya priorizado la construcción del Metro de Santo Domingo, una obra en la que se invertirán RD$11,971.80 millones en 2008, que provendrán del financiamiento externo, según consta en el proyecto de presupuesto.