Bogotá.- El músico español Jordi Savall cerrará hoy la IV edición del Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá, con una presentación en la que unirá música propia del Viejo y del Nuevo Mundo. “La música antigua es un puente, porque la música española y la del Nuevo Mundo tenían dos entidades diferentes pero la misma característica”, aseguró Savall en una rueda de prensa celebrada en Bogotá.

En este sentido, recordó que el hermanamiento musical entre ambos mundos fue posible en buena medida por medio de los marineros españoles que llegaron a América, ya que “muchos cantaban y tocaban» instrumentos, en una época en la que si no sabían hacerlo “no había música en tu vida».

“En la vida de la gente sencilla era indispensable saber tocar y cantar”, agregó. Savall destacó que ese encuentro de música “es lo más positivo que ha quedado” de la presencia de los españoles en América, si bien hizo hincapié en que en el encuentro cultural también estuvieron presentes los africanos que fueron esclavizados y llevados hasta el Nuevo Mundo.

“Nadie habla de los esclavos”, afirmó el músico español, que hoy tocará el programa “Folias & Romanescas- diferencias, recercadas y glosas del Antiguo y del Nuevo Mundo”, compuesto por obras de compositores como Diego Ortiz, Antonio de Cabezón, Francisco Correa de Arauxo y Antonio Valente, entre otros.

Asimismo, destacó que ese encuentro musical fue “de ida y de vuelta”, ya que los ritmos africanos y amerindios tuvieron fuerte influencia en España.

Savall estará acompañado hoy por el grupo Hespèrion XXI en un concierto que tendrá como eje central la paz en un país que intenta conseguirla tras más de medio siglo de enfrentamiento armado.

De esta forma, las culturas náhuatl, quechua y africana se fundirán con repertorios populares anónimos de la Huasteca potosina y música conservada en los manuscritos e impresos de la Vieja y la Nueva España de tintes renacentistas y barrocos en un concierto en el que la temática de la paz estará muy presente.

El músico español, uno de los más reconocidos interpretes de música antigua, afirmó también disfrutar de sus conciertos en Colombia, puesto que “si el público no te exige tú no das”, algo que no le sucede en Bogotá. Preguntado por su interpretación de partituras clásicas, afirmó que “parte del principio de haber entendido las obras” pero “el solo hecho de que sea un músico del siglo XXI ya hace que sean actualizadas».

En referencia al carácter de búsqueda de la paz que tiene su concierto, aseguró que “la música es el último puente que tenemos» los seres humanos. “Hoy estamos en un mundo en que se han roto todos los puentes» afirmó Savall, para quien “no todo lo que es antiguo es una obra de arte».

En total han pasado por el festival de música sacra de Bogotá 550 artista de 14 culturas de todo el mundo. Además, el festival presentó un ciclo de conciertos de música antigua, “Sones de ida vuelta”, en coproducción con el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) de España del que forma parte la presentación de Savall.