Scilingo dice es inocente

Scilingo dice es inocente

MADRID (EFE).- El ex militar argentino Adolfo Scilingo negó hoy haber participado en los «vuelos de la muerte» y aseguró ayer si previamente se inculpó ante el juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón por estos hechos fue para que se investigara lo sucedido durante la dictadura argentina (1976-1983).

   Así lo aseguró Scilingo ante el tribunal de la Audiencia Nacional que lo juzga por delitos de genocidio, terrorismo y torturas durante la segunda jornada de este juicio, en la que el ex militar realizó hoy una extensa declaración, mostrándose en plenitud física, tres días después de que se tuviera que aplazar la vista por un desmayo.

   «Yo dije un montón disparates, con la idea de que se investigara», aseguró Scilingo, quien explicó que es imposible que participara en los dos «vuelos de la muerte» de los que está acusado y que fueron cometidos supuestamente en las primeras quincenas de junio y agosto de 1977 cuando estaba en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA).

   Scilingo relató que durante la primera quincena de junio estaba ingresado en el Hospital Naval Buenos Aires después de ser dado de baja de la ESMA por un virus y que en agosto se fue de vacaciones a Bahía Blanca con su familia con un pasaje de avión que le dio el subdirector el 27 de julio, «un día antes de mi cumpleaños».

   Además aseguró que todo esto lo podrá probar cuando se presenten sus pruebas: los partes médicos, los partes del hospital y los partes diarios de la ESMA, en los que figuran las vacaciones.

   Scilingo explicó que declaró ante Garzón cosas que estaban en la prensa y otras a las que le indujeron sus abogados, todo con el objetivo de que se investigaran los hechos y se «armara el gran lío».

   «Dije lo que quería decir, no cualquier cosa», recalcó Scilingo, quien afirmó que ante el juez Garzón se inculpó de los vuelos y dijo que había participado en secuestros con ese objetivo.

   El ex militar relató que cuando declaró ante Garzón se puso nervioso y que fue el juez quien le instó a que declarara, porque ya estaba imputado, y que el magistrado le aseguró que después se investigaría más a fondo sobre lo ocurrido en Argentina.

   «Yo tenía que auto-inculparme de haber participado en »vuelos de la muerte», afirmar que había visto torturas -en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) – y de haber participado en secuestros», insistió Scilingo, quien se enfrenta a una petición de 6.626 años de cárcel por parte de las acusaciones.    Sin embargo, hasta ahora no se «ha investigado nada de lo que yo dije» ni en Argentina ni en España, a lo que añadió, en tono enérgico, que a raíz de las pruebas que él ha solicitado «se van a descubrir un montón de cosas; va a ser un bombazo».

   Scilingo reconoció la existencia dentro de la ESMA de grupos de operaciones que luchaban contra el terrorismo en actividades secretas pero con una organización diferenciada, y aseguró que mientras permaneció en esta institución «jamás pensé que ocurriera nada ilegal».

   El ex militar, que quiso dejar claro que ingresó en la ESMA el 7 de febrero de 1977 y no en diciembre de 1976 como consta en el escrito de las acusaciones, también negó haber tenido algo que ver con las supuestas torturas cometidas con las «picanas» con las que se aplicaban descargas eléctricas a los detenidos.

   Scilingo estimó que «no puede ser» que el ex almirante Emilio Eduardo Massera y el ex dictador Jorge Rafael Videla, «y toda la basura esa, no hayan asumido su responsabilidad», y aseguró que le gustaría tener al primero junto a él para someterse ambos a un careo en presencia de las autoridades judiciales.

   «Yo era el jefe de electricidad» en la ESMA, «no el genio», y lo que quiero es que «todo salga a la luz de una vez por todas», concluyo el ex militar, que mañana, martes, volverá a sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia para proseguir con su declaración.

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