Tras la Suprema Corte de Justicia (SCJ) rechazar el recurso de inconstitucionalidad sometido contra el Concordato, el ministerio evangélico Jesús es Sanidad y Vida Eterna anunció que llevaría la decisión del más alto tribunal a instancias internacionales.
Ayer, con el voto disidente de dos de sus jueces, la SCJ declaró conforme a la Constitución Dominicana el acuerdo de asuntos eclesiásticos suscrito por la Santa Sede durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, el 16 de junio del año 1954, conocido como Concordato, al que se opusieron mediante acción judicial los representantes del citado ministerio, el 11 de julio del 2006.
Esa decisión constituye una vergüenza y viola los derechos de los más de dos millones de evangélicos que hay en el país, manifestó el reverendo Domingo Paulino Moya, presidente de la organización evangélica, luego de afirmar que no le sorprendió el fallo emanado del pleno SCJ que, a su entender, fue confeccionado en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra con la intervención de monseñor Agripino Núñez.
Dijo que como organización se proponen estudiar la decisión, que definió como mamotreto jurídico, a fin de ir a los organismos internacionales como la OEA, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos y la ONU, así como a organismos y Gobiernos amigos de los evangélicos, como los Estados Unidos de Norteamérica.
La Decisión
Al emitir su decisión, los jueces de la SCJ consideraron que el Concordato no viola la libertad de cultos ni constituye un privilegio. Además argumentaron que se trata de un acuerdo entre dos Estados y que la Iglesia Católica es reconocida como la religión mayoritaria del pueblo dominicano.
Asimismo, el alto tribunal entiende que no existe la posibilidad de que haya menoscabo a la libertad de culto por el acuerdo internacional, porque las religiones tienen libertad para celebrar sus cultos. Y, entre otros aspectos, rechaza que haya privilegios para la Iglesia Católica en violación a la Constitución de la República, por considerar que no puede verse en esta perspectiva el hecho de que se le dé un tratamiento especial, a través de este acuerdo.
Votos disidentes
La decisión de la Suprema Corte de Justicia en torno al Concordato contó con los votos disidentes de los magistrados Rafael Luciano Pichardo y José Hernández Machado, jueces de la Cámara Civil del alto tribunal, quienes consideran que la Suprema debió declarar su incompetencia de conformidad con las previsiones de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, de la cual la República Dominicana es signataria. En ese mismo tenor se había expresado el anterior nuncio Apostólico Timothy Broglio.