El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Luis Henry Molina, afirmó ayer que el respeto a la investidura de los jueces es parte de la dinámica que requiere la práctica jurídica para su adecentamiento.
Asimismo, dijo que elevar más la tarea de los responsables de aplicar justicia no es solo un reclamo unificado de la sociedad sino también un “deber supremo” para con la Patria de Duarte, Sánchez y Mella.
“La grandeza de un magistrado no reside en su persona sino en la función social y la carga institucional del poder que constituye su trabajo”, subrayó.
En ese sentido, dijo que es determinante abonar a la construcción de una imagen acorde con la elevada labor al Derecho y de la justicia, desde cualquiera de sus roles.
El también presidente del Consejo del Poder Judicial (CPJ) habló en esos términos en el acto de juramentación de 260 nuevos abogados, a quienes exhortó a ejercer la profesión con dedicación y sentido del deber ante la sociedad, y a no quedarse estancados.
“La labor del Derecho debe estar impregnada de curiosidad, diplomacia y sabiduría, por lo que los exhorto a no detenerse en el estudio de esta ciencia; los invito a leer sobre de sus fuentes, principios, teorías y evolución porque en ello descansa la esperanza y la capacidad de hacer mejor cada día el camino hacia la justicia”.
Durante el acto se le rindió un homenaje póstumo al expresidente de la SCJ, Manuel Amiama.
Del grupo de abogados 140 son mujeres y 120 hombres. Entre los invitados estuvo Miguel Surum, presidente del CARD.