LAS VEGAS (AP) _ Tal como se esperaba, Kobe Bryant, Lebron James y Carmelo Anthony se robaron el show en el preolímpico de las Américas de básquetbol, pero también varios jugadores derrocharon garra y crecieron en los momentos importantes, como el argentino Luis Scola y el puertorriqueño Carlos Arroyo.

   Ese tridente de superastros de la NBA hizo que el público disfrutara y fue responsable de que Estados Unidos le pasara por encima a cuanto rival se encontró en el camino.

   Bryant, James, Anthony y compañía protagonizaron un juego de fantasía, vertiginoso, con donqueos para las fotos y un ataque voraz.

   Pero el centro argentino Scola y el armador boricua Arroyo se agrandaron a la ofensiva cuando sus equipos más los necesitaron. Escola fue crucial en la victoria sobre Brasil que le dio el boleto directo a su selección a los Juegos Olímpicos de Beijing del 2008. Arroyo fue clave en el triunfo sobre Canadá que le permitió a Puerto Rico asegurar el repechaje del torneo.

   Para el entrenador argentino Sergio Hernández, Scola fue el mejor jugador del torneo.

   «Kobe Bryant y Lebron James es otro tema (aparte)», manifestó. «Estamos hablando de un jugador (Scola) que hizo números, que hizo ganar al equipo… es un fuera de serie».

   Scola fue el capitán y líder ante la ausencia de varias de las principales figuras de la selección argentina, incluyendo a Manu Ginóbili, de los Spurs de San Antonio de la NBA.

   El centro argentino promedió casi 19 puntos por juego, y tras la final que perdió su equipo frente al quinteto de Estados Unidos fue seleccionado como el jugador más valioso del campeonato.

   El técnico de Puerto Rico, Manolo Cintrón, dijo que la selección boricua fue otra cuando Arroyo estaba en su día. El armador del Magic de Orlando no tuvo una buena primera fase, pero en la siguiente fue protagonista.    Brasil tuvo en su armador-escolta Leandrinho Barbosa su mejor arma ofensiva, pero el jugador se quedó corto en los tramos finales y en los momentos cruciales. Barbosa promedió los 24 puntos por partido.

   El centro uruguayo Esteban Batista y su compañero Nicolás Mazzarino, un maestro desde los tiros desde el perímetro, también dejaron mucho de qué hablar.

   Batista, un agente libre después de haber jugado con Atlanta en la NBA, dijo a la AP que «tuve un buen torneo. Pero me hubiese ido más satisfecho si el equipo hubiera alcanzado el quinto lugar del repechaje».

El charrúa promedió los 21 puntos y fue un león en los rebotes durante el evento.