Se “tambalean” grandes jonroneros.

Se “tambalean” grandes jonroneros.

POR FRANKLIN MIRABAL
Atribúyalo al frío, a simples “slumps” de principio de campaña, a cambios de equipos, a lesiones, a lo que usted considere. Ahora bien, un amplio grupo de jonroneros registran una proyección por debajo a lo que fue su producción de la campaña pasada.

Mientras Alex Rodríguez acapara los titulares, otros grandes “sluggers” esperan por mejor su suerte, o mejor dicho, más jonrones.

Tome los ejemplos:

Ryand Howard estremeció la Liga Nacional con 58 jonrones y eso lo llevó a ganarse el Más Valioso. Ahora, en casi un mes, sólo tiene tres.

Albert Pujols, la estrella de San Luis, que el año pasado disparó 49 cuadrangulares, apenas cuenta con cinco, algo por debajo.

El estelar Manny Ramírez, quien dio su primer jonrón en el juego 17, con dos está detrás de su proyección de 35 dados en el 2006.

Gary Sheffield, quien se proclamó el “rey” cuando estaba en Nueva York, viene de dar 34, y en el 2007 cuenta con uno.

David Ortiz, la estrella de los Medias Rojas, tiene seis jonrones, pero esa cifra todavía está detrás de los 54 del 2006.

Alfonso Soriano ha sido víctima de las lesiones, pero con un jonrón en casi un mes, se le hará difícil superar los 46 que dio en el 2006.

Frank Thomas fue una de las sensaciones con los Atléticos de Oakland y sus 39 jonrones lo pusieron a competir por el Más Valioso. En lo que va del 2007, lleva tres jonrones y eso lo obligará a pisar el acelerador para poder contar con otra campaña de casi 40 jonrones.

Jermaine Dye, corazón del poder de los Medias Blancas, disparó 44 jonrones en el 2006 y actualmente cuenta con tres vuelacercas.

Jim Thome, una de las fuerzas más dominantes viene de pegar 42 y tiene cinco este año. Andrwu Jones dio 41 en el 2006 y lleva sólo tres.

Eso es simple matemática: Usted gana cinco juegos en el primer mes y se le proyecta para ganar 30. Si da 10 jonrones, la gente espera que conecte 10 cada, multiplicado por mes, eso proyecta 60.

¿Qué explica este descenso de jonrones?

Dicen que en el 2007 el frío ha sido más fuerte que nunca, pero está claro que los norteamericanos están más acostumbrados a esos climas.

Sin embargo, entre los “gringos” se refleja también una alta cantidad de gente que no ha estado dando cuadrangulares con el ritmo conocido.

Habría que analizar si los jugadores no se prepararon lo suficiente, o si los lanzadores han tomado la forma más rápido.

En el peor de los casos, los “enemigos” del béisbol lo atribuyen a los fuertes controles de los “esteroides” que hay actualmente.

Los casos son diversos, las explicaciones bastantes, pero en una era en la que todo el mundo la saca, extraña la escasez que se registra.

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