Dormir hasta tarde y  acostarse después de la hora acostumbrada son costumbres que se adoptan en las vacaciones.   Y después de las fiestas navideñas, es muy importante preparar a los pequeños para que se reintegren a sus clases.

Lo ideal es que los niños retomen su ritmo cotidiano y es responsabilidad de los mayores ayudarlos.

“La adaptación o la readaptación es un proceso, que suele durar aproximadamente una semana, siempre que el ambiente escolar y familiar sea el adecuado. Todo dependerá de la actitud que tengan los educadores  y los padres”, explica la psicóloca escolar del Centro de Aprendizaje y Psicología (CAP)   Indhira de la Cruz.

Señala que ambas partes tendrán que estar preparadas para transmitir a los niños una impresión positiva de lo que representa  volver al colegio, apoyándoles en la transición de las vacaciones a las clases.

 Entre otras cosas, la especialista dice  que el regreso a  clases implica mucho estrés en los niños por la incertidumbre y a veces el temor o la alegría de pensar que todo seguirá como antes dependiendo de cómo haya sido el cuatrimestre anterior; por el temor a la disciplina que de alguna forma se rompe durante las vacaciones y que acarrea presiones a todos los familiares y las experiencias previas no gratas en la escuela o con pasados maestros o compañeros.

 Hábitos.  “Es importante comprender que las vacaciones han permitido el cambio de ciertos hábitos, tanto alimenticios como del sueño, así como en la disciplina y los horarios, por lo que es necesario que  se vayan ajustando poco a poco, antes del tan ansiado y a la vez tan temido día de regreso a clases”, indica.

Lo más importante  es, señala, el ánimo de los padres, el cual  debe ser esencialmente positivo para su hijo, sobre todo, porque la vuelta al colegio supone volver a las obligaciones y a madrugar. “Estos cambios pueden provocar algunas alteraciones en el estado de ánimo de los niños y a nivel  conductual como  nerviosismo, ansiedad, trastornos del sueño, falta de apetito  y, aunque al principio, volver al colegio supondrá un gran esfuerzo para todos los miembros de la familia, con el paso de los días se irá normalizando”.

Recomendaciones.  La especialista  De la Cruz afirma  que se hace muy necesario que el ambiente familiar sea muy  favorable en casa para que el niño se sienta  seguro y apoyado en estos momentos.

Lo más importante es convencerlos de que lo que están haciendo trae beneficios para ellos. “Los niños necesitan orden y estructura, sobre todo para moldear futuras conductas que los conviertan en  personas maduras, independientes y capaces de organizar su propio tiempo”. 

Las claves

1.  La rutina diaria

 Restablecer una semana antes la rutina diaria de horarios de sueño y  de comidas, así el cambio no será tan brusco y el periodo de adaptación será más fácil.

2.  Las comidas 

En cuanto al horario de comidas, levantarse con tiempo suficiente para desayunar de manera nutritiva y balanceada, ayuda a que los niños se concentren más fácilmente en sus clases.

3.  Comunicación

Conversar  con los niños sobre el regreso a clases y la importancia de hacerlo de una manera estructurada y progresiva. Escuchar sus temores, dudas, intereses y expectativas con mucha atención y orientarlas.

4.  Estar preparados

Tener todo listo para que las prisas no sean otro motivo de estrés, salir a tiempo para evitar el tráfico.

5.  En la edad pre-escolar

 No preocuparse si, además de los llantos, regresa algún trastorno ya superado.

6.  Otro consejo…

Es normal que al niño le cueste volver a la rutina escolar, pero si tarda mucho en adaptarse  hay que hablar con su profesora para analizar qué está pasando y buscar soluciones  junto a  la familia.