El gobernador del Banco Central informó que la economía avanzó 5.9% en los primeros dos meses del año. Significa que las actividades marchan con la fuerza calculada por la Cepal, que pronostica en 5.5% el crecimiento del PIB en 2019, líder en la Región, no obstante navegarse en mar revuelto y vientos en contra por la incertidumbre política externa.
Considera que este año es complicado, con las exportaciones y la inversión privada perdiendo fuerza en todas partes, por los variados frentes abiertos, desde tensiones comerciales por la posible salida sin acuerdo del Reino Unido de la Unión Europea, a la guerra de tarifas Trump-Xi Jimping que reduce el comercio y el crecimiento global.
Como nuestro sector externo restaría menos al crecimiento del PIB con mas exportaciones y menos importaciones en términos relativos, la tarea de corto plazo de la mesa de trabajo gobierno-sector exportador debe ser preservar la tendencia de las ventas externas, el año pasado ganaron terreno, interanual aumentaron 7.6%, mostrando el sector exterior mayor fortaleza al reducirse el déficit con el extranjero por tercer año consecutivo. Es decir, la economía avanza hacia su autofinanciamiento, que es el talón de Aquiles que nos expone a las turbulencias en los mercados internacionales, es como diría el FMI.
Como sucede en las economías de la Región Latinoamericana, la nuestra también es vulnerable a shocks externos, nos diferenciamos en el tamaño y composición del influjo de capitales externos, la inversión directa promedio US$2,581 millones, periodo 2014-2018. Objetivo mínimo que debe perseguirse este año, estoy seguro lo tomó en cuenta el Banco Central para la decisión de mantener en 5.50% su tasa de política monetaria, además del crecimiento del PIB y la poca inflación, en enero negativa -0.17%, para en febrero acumular 0.20% y 1.19% como tasa interanual, inferior al promedio de 2.2% del periodo 2014-2018. El aumento de febrero se achaca a la subida de los combustibles, movió el precio de alimentos, bebidas, transporte de pasajeros y cargas que bajaron en el mismo mes de 2018.
Si con la decisión no abarató el crédito, tampoco lo encareció, no se necesita una cosa ni la otra para que los préstamos privados en pesos sigan creciendo dos dígitos, impulsen el consumo de las familias, la inversión privada y el crecimiento del PIB.
Aclaro, cuando escribí esta nota no tenia el dato oficial sobre la tasa de política monetaria de marzo, me arriesgué afirmando que no cambió luego de analizar la macroeconomía proyectada para el año, sabiendo que la política monetaria también tiene la encomienda de evitar coyuntura cíclica de la economía. Como los historiadores, considerando hechos incontrovertibles, en promedio la tasa de referencia varió un punto porcentual en cinco años, osciló entre 5.25% y 6.25%, estabilidad que fortaleció el peso frente al dólar no obstante apreciarse a nivel internacional. Anual nuestra moneda se deprecio 3.1%, periodo 2014-2018, y 2.7% en febrero 2019, en línea con la inflación.
Y que por menor crecimiento del PIB y baja inflación en los Estados Unidos, la Reserva Federal revisó a la baja su previsión de crecimiento de este año, reduciendo a dos y posiblemente a uno el aumento de los tipos de interés, mientras el Banco Central Europeo aplazó las subidas para 2020.