Demócratas y republicanos del Congreso de Estados Unidos parecían acercarse ayer a un acuerdo para el mayor rescate financiero de la historia que implicaría el uso de 700 mil millones de dólares.

En Washington, ayer, todos parecían mirar con nerviosismo hacia la apertura mañana de los mercados. La persistencia de un estancamiento en las negociaciones sobre el plan auspiciado por el Presidente George Bush tendría consecuencias impredecibles.

A pesar del optimismo sobre la posibilidad de que se llegue a un acuerdo hoy, los republicanos insistieron en que no debería rescatarse a Wall Street a costa de los contribuyentes.

WASHINGTON. EFE.  Legisladores republicanos y demócratas de Estados Unidos se reunieron ayer casi sin pausa para hilvanar un plan de rescate financiero de 700,000 millones de dólares y aprobarlo antes de que abran las bolsas mañana, lunes. “Nuestro objetivo es anunciar un acuerdo hoy y votar mañana”, dijo a la prensa Mitch McConnell, el líder de los republicanos en el Senado.

Las mismas señales positivas llegaron de Harry Reid, el líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta. “Esperamos que en algún momento, hoy por la tarde, podamos anunciar que ha habido algún tipo de principio de acuerdo, de forma que la única cosa que falte será poner el proyecto de ley por escrito”, explicó Reid.

Pero una vez más los republicanos de la Cámara de Representantes, los más reacios a que se apruebe un paquete de rescate de Wall Street, echaron un jarro de agua fría al optimismo.

John Boehner, el líder de ese grupo, dijo que aunque hay “buena voluntad” en las conversaciones, “aún quedan muchos temas sobre la mesa». Y Roy Blunt, su negociador principal, afirmó que no aceptarán “fechas límite artificiales». Intenta ayudar también  John McCain, quien en lugar de hacer mítines  se dedicó  a hacer llamadas a  colegas.