La acumulación de sedimentos es un viejo problema de las presas del país, pero en las seis principales la cuestión es ahora mayor que la prevista, según un estudio de Medio Ambiente. Estas presas son Tavera, Valdesia, Sabaneta, Sabana Yegua y Hatillo.

ODALIS MEJIA
o.mejia@hoy.com.do
Seis de las principales presas del país presentan niveles  de sedimentación   muy superiores a los índices proyectados. Las presas con estas condiciones son Tavera, Valdesia, Sabaneta, Sabana Yegua, Rincón y Hatillo.

De acuerdo al último diagnóstico ambiental realizado por la Secretaría de Medio Ambiente la presa Tavera,   que se suple de la cuenca del río Yaque del Norte, tenía al 2003 una sedimentación de 2,284 metros cúbicos por kilómetro cuadrado. Para esa fecha se había proyectado que los sedimentos sólo alcanzarían 725 metros cúbicos.

En el caso de Valdesia, que se nutre de la cuenca del Nizao, la sedimentación proyectada era de 169 metros cúbicos por kilómetro cuadrado, pero a la fecha indicada se estableció en 3,218 metros cúbicos.

La presa de Sabaneta, en el río Yaque del Sur,  presentaba sedimentos acumulados por 1,963 metros cúbicos por kilómetro cuadrado. Al 2003 tenía proyectado que recibiría sólo 364 metros cúbicos.

La situación de la presa Sabana Yegua, también alimentada por el Yaque del Sur, era que presentaba un cúmulo de depósitos de 2,644 metros cúbicos por kilómetro cuadrado. Se esperaba que a la referida fecha sólo recibiría 561 metros cúbicos de restos.

Mientras que la presa de Rincón, abastecida por el río Yuna, al 2003 acumuló 4,442 metros cúbicos  de sedimentos por kilómetro cuadrado, cuando se esperaba que recibiera 291 metros cúbicos.

 En tanto que la presa de Hatillo, alimentada por el río Yuna, resultó con niveles de sedimentación que alcanzaron los 4,575 metros cúbicos por kilómetro cuadrado. La cantidad proyectada era de 138 metros cúbicos.

Tormentas.  A consecuencia de las tormentas  Noel y Olga, acontecidas en los meses de octubre y diciembre del pasado año, la situación física de las presas y embalses del país se agravaron, ya que recibieron gran cantidad de sedimentos productos de los torrenciales y prolongados aguaceros que a su vez había desbordado los ríos que las alimentan.

Se recuerda que ante esta situación la Secretaría de Medio Ambiente había anunciado que estudiaría la posibilidad de otorgar por concurso la extracción de la arena, grava y gravilla de los ríos que estaban sedimentados, ya que esta situación aumenta los riesgos de inundaciones  y limita la capacidad de las presas y embalses.    

Antigüedad
En el país  hay 34 presas  y embalses, la mayoría de los cuales  tienen  muchos años de construcción. Hasta el momento se desconoce los programas de mantenimiento que reciben esos sistemas para evitar que tengan altos niveles de sedimentación.   A continuación  la fechas   en que se levantaron las seis presas  referidas, en el  diagnóstico ambiental de las mismas:

Tavera   1967

Valdesia 1975

Rincón 1978

Sabana Yegua 1979

Sabaneta 1980

Hatillo 1984

Erosión
La sedimentación de las  presas en mayor medida se debe a la  erosión que afecta los  suelos de  las cuencas que les alimentan. En el estudio se hace referencia a este problema, tomando en consideración ocho cuencas: Las Cuevas, Taveras, Bao, NIzao, Ocoa, Guayubín, Chacuey, Maguaca.

Todas presentaron considerables niveles de erosión de sus suelos. Muchas veces este problema se debe a  la deforestación,  o uso inadecuado del  suelo al plantar especies que no retienen la tierra, que luego se desprende por la acción del agua o del viento.

Ficha técnica
Para  determinar   los  niveles de sedimentación de las presas citadas en el diagnósticos, los técnicos interpretaron imágenes de satélites, las cuales fueron rectificadas mediante el establecimiento de puntos de control.

Los tipos de vegetación se delimitaron conforme a su estructura o fisonomía. Se incluyeron los valores de altura sobre el nivel medio del  mar en cada punto.

Se realizaron levantamientos de cada unidad de vegetación como cobertura, composición de flora, estratos, altura, densidad por estrato, abundancia y distribución relativa de cada especie vegetal encontrada en una superficie de forma circular con 300 metros de diámetro.

Para las parcelas  se tomaron otros parámetros  como las características físicas del suelo y del substrato, la inclinación y orientación de la pendiente, drenaje, los niveles de erosión y evidencias de actividades humanas.