Se ahogan en la basura

Se ahogan en la basura

Deyanira Mora Mateo desahoga la desembocadura de una cañada para evitar se inunde su casa. Foto Arlenis Castillo.

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Montaña de basura acumulada en la orilla del Ozama. Foto Arlenis Castillo.

El subdirector de la Defensa Civil, Delfín Rodríguez, espera que mañana en la tarde comiencen a subir las aguas del río Ozama producto de las lluvias rociadas por la tormenta Isaías en Monte Plata.

Con la corriente se mezclaría la basura que depositan los habitantes de la ribera de ese río con sus propias pertenencias en sus viviendas. Montañas de desechos son acumuladas por toda la orilla. La basura va cayendo al afluente por su propio peso.

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La basura abunda en el entorno de estas viviendas en la ribera del Ozama. Foto Arlenis Castillo.

Doña Deyanira Mora Mateo vive al lado de la desembocadura de la cañada Bonavide, a unos cuantos metros del río. Dice vivir asechando a los que depositan la basura en la cañada, porque llega a ser tanta que tapa la salida del agua y provoca que su casa se inunde.

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Desembocadura de una cañada en La Ciénaga en las aguas del río Ozama. Foto Arlenis Castillo.

Dentro de la cañada de aguas cloacales se pueden ver hasta muebles y otros objetos grandes que el Ozama tendrá que tragar y llevarse quién sabe a dónde.

Gran parte del borde del río en los barrios La Cienága y Los Guandules fue arrasada por un desalojo para la construcción de una carretera, pero el espacio donde todavía no hay maquinarias trabajando es invadido por los desechos.

El subdirector de La Defensa Civil explicó que ese organismo se mantendrá en contacto con las redes comunitarias de los sectores Los Tres Brazos, La Lila, Las Enfermeras, El Dique, Domingo Savio, 24 de Abril, Las Cañitas y Gualey para abrir los albergues para recibir a los que sean evacuados por la inundación de los afluentes.

Aún esperan desalojo

Decenas de familias que viven cerca del río aún esperan el desalojo prometido por la Unidad Ejecutora para la Readecuación de la Barquita y Entornos (URBE). José Antonio Lebrón Galván fue censado y se le prometieron unos RD$ 450 mil para abandonar la casa donde vive alquilado, pero aún no se ha dispuesto su desalojo.