Se alejan las posibilidades de un Papa latinoamericano

Se alejan las posibilidades de un Papa latinoamericano

BOGOTA (AFP).- Al menos seis cardenales de América Latina integran la lista de »papables» para el cónclave que elegirá al sucesor de Juan Pablo II, pero teólogos y expertos parecen concordar en que la región, que alberga casi la mitad de los católicos del mundo, aún no está lista para alumbrar a un Papa.

Ese día cuando se cierren las puertas de la Capilla Sixtina para dar inicio al cónclave, cuatro cardenales de la región entrarán pisando fuerte, según la mayoría de analistas.

Se trata del jesuita argentino Jorge Bergoglio; el franciscano Claudio Hummes, arzobispo de Sao Paulo; el colombiano Darío Castrillón, prefecto de la Congregación del Clero del Vaticano; y el salesiano hondureño, Oscar Rodríguez.

También se mencionan al chileno Francisco Javier Errázuriz, secretario de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam), y al cardenal primado de México, Norberto Rivera.

«Son los candidatos de los periodistas, pero no los candidatos que tienen en mente los cardenales», aseguró el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia de Ciencias del Vaticano.

«Hay muchos nombres, pero las opciones reales son reducidas», explicó a la AFP el antropólogo Fabián Sanabria, director del Instituto Colombiano para el Estudio de las Religiones de la Universidad Nacional, para quien la elección de un cardenal del tercer mundo podría ser contraproducente pues la mayoría están vinculados a las estructuras más tradicionalistas del catolicismo.

El filósofo uruguayo Alberto Methol Ferré dijo al diario La Nación de Buenos Aires que aún no es tiempo para un latinoamericano y que próximo Pontífice será de transición y europeo, y mencionó como su favorito al alemán Joseph Ratzinger, guardián de la doctrina católica durante el papado de Juan Pablo II.

«Aún no me parece que éste sea tiempo para que esto (un Papa de América Latina) ocurra», aseguró Methol Ferré, para quien la acción conjunta de la Iglesia del subcontinente no se ha fortalecido desde la conferencia de obispos de la región en Santo Domingo (1992).

«Desde entonces, cada Iglesia está en su país: la Iglesia argentina volvió a ser argentina, la brasileña, brasileña. Se »deslatinoamericanizaron» y ahora hay que relatinoamericanizar»», puntualizó.

La proliferación de nombres puede ser también un problema. De los 117 cardenales electores, sólo 21 son latinoamericanos. Lo que significa que, aún si actuaran en bloque con los africanos y asiáticos -11 cada uno-, estarían lejos de alcanzar la influencia de los europeos, que son 58.

El filósofo mexicano Rodrigo Guerra cree que la proliferación de »papables» de la región se debe a que «los (cardenales) latinoamericanos suscitan una enorme simpatía, porque vienen de países subdesarrollados, muchos han sufrido problemas graves en carne propia». No obstante, consideró que ninguno de los mencionados es claro candidato.

«Más o menos este es el razonamiento que se ha ido construyendo: una parte importante del Episcopado español, o italiano, o europeo más conservador, preferirían un italiano, pero eso ha generado una especie de reacción del lado latinoamericano», aseguró, en una entrevista con la emisora Televisa.

«Quizás Bergoglio, que sería el primer jesuita Papa, o el arzobispo de Sao Paulo, un hombre de una gran bondad, que se sumó a Lula en las huelgas y le fue enseñando doctrina cristiana», recordó.

También el cardenal hondureño, «líder de la campaña para la condonación de la deuda externa, tiene una gran autoridad moral», opinó Guerra, autor de un libro sobre los aspectos filosóficos del papado de Juan Pablo II.

Las consecuencias geopolíticas de un Papa de la zona no puede desdeñarse.

«Claramente un latino en el papado ofrecería a Latinoamérica una tremenda oportunidad, pero ello dependerá del compromiso personal del Pontífice», opinó Donna Hrinak, ex embajadora estadounidense en Brasil, Bolivia y República Dominicana, en un boletín del centro de reflexión Diálogo Interamericano, de Washington.

La lucha contra la pobreza y la exclusión deberán ser las prioridades del sucesor de Juan Pablo II en Latinoamérica, afirmó a la AFP el teólogo jesuita colombiano Carlos Novoa. «El nuevo Papa está llamado a impulsar una política solidaria».

Pero, aún en este aspecto, las cartas no parecen jugar a favor de un latinoamericano. El tema dominante de la geopolítica mundial está en la relación con el Islam, lo que favorecería más la elección de un Papa de Africa o Asia.

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