POR PEDRO GERMOSEN
Cobra fuerza en el Senado un proyecto de reforma constitucional que acogería la propuesta del presidente Leonel Fernández para que se elijan legisladores y ediles entre los dominicanos residentes en el exterior y que, entre otras enmiendas, sustituiría la Junta Central Electoral (JCE) por una Comisión Nacional Electoral.

El afirmación la hizo ayer el vicepresidente del hemiciclo, César Matías (PRD-Valverde), quien, junto a los también perredeístas Pedro Antonio Luna, de Sánchez Ramírez, y Dagoberto Rodríguez Adames, de Independencia, dijo que la reforma a la Constitución se haría de consenso.

El proyecto prevé además unificar las elecciones presidenciales con las congresionales y municipales, ya sea mediante el aumento del período actual o la elección en el 2006 de congresistas y ediles por dos años.

Matías informó que junto a un grupo de congresistas le da los toques finales al proyecto de reforma a la carta sustantiva de la nación para someterlo a la consideración del pleno de ambas cámaras legislativas.

«Vamos a recoger todas las inquietudes que ha planteado el presidente de la República, pero será un proyecto para una discusión amplia en la que participen todos los sectores», dijo.

Agregó que entre las reformas se consigna la creación de un Fiscal Anticorrupción y enmiendas al artículo 55 de la Constitución para moderar las facultades del Poder Ejecutivo.

«También crear una Comisión Nacional Electoral para que no exista una Junta de jueces, sino de miembros que operen únicamente para celebrar elecciones y que los tribunales de derecho común conozcan de las impugnaciones», significó Matías.

Cuando se le preguntó si esa Comisión sustituiría la JCE, el vicepresidente del Senado, respondió:

«Claro, la Junta se convertiría en la Comisión Nacional Electoral, cuyas funciones serían dirigir las elecciones.»

Matías dijo que es positiva la propuesta del presidente Fernández para que se elijan senadores y diputados, síndicos y regidores entre los dominicanos residentes en el exterior.

«Yo creo que todos los sectores nacionales deben ponerse a tono con ese deseo del presidente de que se modifique la Constitución, pero mediante un proceso consensuado entre todos los actores principales de la vida nacional», expresó el congresista.

«En todo caso, debe ser una reforma constitucional consensuada, acordada y no impuesta», sostuvo el vicepresidente de la Cámara Alta.